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El Tarot de Besancon Parte 2: Juno y Jupiter

En la entrega anterior conocimos sobre la historia de este patrón que se desarrolló en paralelo al TdM y que alcanzó una gran cuota de popularidad que decaería en los inicios del siglo XX, al punto que, hasta no hace mucho tiempo, el Tarot de Besancon era casi desconocido para la gran mayoría del público interesado en el Tarot. (Para leer la primera parte, clickea aquí)

Ahora que poseemos información sobre el patrón, lo que nos resta es pensar en algunos lineamientos que nos permitan incorporar a estas dos cartas a una lectura. Para ello, analizaremos a ambos dioses desde distintas miradas que ayuden a integrar posibles disparadores de sentido en una lectura. Cabe mencionar que para el análisis de estar cartas nos referiremos mayoritariamente al contenido mitológico y antropológico romano, dejando en un plano secundario las elaboraciones griegas sobre sus “contrapartidas” popularmente sincretizadas a ellos, Zeus y Hera. Si bien las figuras de ambas parejas de dioses se equiparan casi al punto de la confusión, los dioses romanos poseen particularidades propias que no poseen su “versión” griega, pese al gran paralelismo existente.

Seguidamente, ofreceré un esbozo de qué narrativas se pueden generar en la secuencia de los Triunfos al intercambiarse a los Pontífices por ambos dioses.

II – JUNO

La diosa Juno (Iunon) aparece vestida con típicas ropas de finales del S. XVIII, parada sobre nubes y acompañada de su animal totémico, el pavo real.

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Minerva, Júpiter y Juno, c. 160-180 D.C., Museo Civico Archeologico, Bologna.

Tanto ella como Júpiter pertenecen a la llamada Trinidad Capitolina, junto con Minerva (ausente aquí), constituyendo la tríada principal de dioses gobernantes, tríada presente en diversas religiones indoeuropeas. Recibía el epíteto de “Capitolina” por tener su culto principal en el Monte Capitolio, en donde se hallaba el mayor templo dedicado a Júpiter Optimus Maximus. Si bien hoy en día tenemos un acercamiento “bidimensional” de los dioses clásicos, concibiendo su carácter mayormente derivado de los mitos y leyendas recogidas, lo cierto es que cada deidad podía ser poseedor de todo un cúmulo de características más o menos disímiles de acuerdo a los diversos cultos que se le podía rendir a cada uno, en distintas zonas geográficas. Muchas veces estos cultos (y los correspondientes epítetos atribuídos a cada deidad) servían para unificar en una sola figura distintos dioses, o facetas muy determinadas de ciertas deidades. Por ello, para tener una mayor comprensión de los alcances de cada deidad, exploraremos las diversas facetas que mostraban de acuerdo a sus distintos cultos.

El mayor aspecto que podemos destacar de Juno es el de Protectora de las Mujeres. No solamente éste era el nombre que recibía esta diosa, sino también que así se le designaba a una serie de espíritus protectores que cada mujer poseía, desde el momento de su nacimiento hasta su muerte: las Junones. Esta faceta protectora se ve en los diversos epítetos y cultos cuyo eje se centra en el estatus de las mujeres casadas y en los partos.

  • Juno Regina: poseía su templo en el Monte Aventino, una de las siete colinas sobre las que se asentaba Roma. Se sabe que a este templo acudían las matronas en los momentos de peligro para la ciudad. Bajo este epíteto se mostraba en su faceta de Consorte Real de Júpiter Optimus Maximus, y era la protectora de las mujeres casadas. Su rol protector hacia las mujeres casadas se hacía presente aún antes de la oficialización del rito protegiendo a la novia a través de sus cultos como Interduca (la que lleva la novia al matrimonio) y Domiduca (la que lleva a la novia a su nuevo hogar) y Cinxia (la que pierde la faja de la novia). Ella es quien preside el matrimonio bajo su título de Prónuba, Iuga / Iugalis. Bajo el epíteto de Juno Sororia era la regente de la hermandad femenina, de la sororidad.
  • Juno Lucina: ella es quien asiste a la mujer en el momento del parto. A su culto se aconsejaba ir sin ningún tipo de nudo o atadura en las ropas o cabellos, porque se consideraba que bloquearía el alumbramiento. En su templo de Esquilino se dejaba una moneda por cada recién nacido, a modo de ofrenda y agradecimiento. Este culto tenía su fecha consagrada en la fiesta de las Matronales el 1° de marzo, que se le rendía tributo como Lucina, Mater y protectora de las mujeres en general. Las mujeres recibían regalos y oraciones de parte de sus maridos. Bajo el título de Conservatrix ella es quien vela por el cuidado del recién nacido. Su función de matrona la podemos hallar englobada en el culto de Juno Populona, la que fomenta la multiplicación del pueblo.
  • Juno Sospita: bajo esta forma era adorada en su aspecto guerrero, vestida con una piel de cabra (de manera similar a la égida de Atenea); bajo el epíteto de Curitis era invocada por los guerreros antes de entrar a combate; Juno Moneta era también tenida como deidad protectora.

Podemos apreciar claramente tres aspectos en Juno: protectora de las mujeres, matrona de la fertilidad y protectora de los guerreros, respondiendo a la tesis de la trifuncionalidad indoeuropea desarrollada por Dumézil. Este misma tripartición la observaremos en Júpiter, por lo que ayuda a generar núcleos temáticos que nos permitan construir redes de sentido para ambas cartas.

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II – Jvnon, TdB de J. Blanche, c. 1874.

Cabe mencionar que en su aspecto de Populona, si bien entendemos intuitivamente que se refiere al crecimiento de la población a través de la fertilidad, también hace referencia a un aspecto particular que cumple el pueblo: el de dar guerreros que defiendan la ciudad (Populus). En los diversos cultos a Juno podemos apreciar que su naturaleza es bastante más benevolente que la que usualmente podemos hallar en la mitología griega sobre la figura de Hera, quien muestra un aspecto bastante aguerrido y celoso debido a las constantes infidelidades recibidas por parte de Zeus, llegando a mostrar un aspecto vengativo con muchas de sus amantes. También en el episodio del Juicio de Paris podemos ver cómo intenta seducirlo para que ella sea elegida como la diosa más bella ofreciéndole el poder de ser el gobernante de toda Grecia, y volviéndose totalmente vengativa e implacable al no ser elegida, propiciando la destrucción de Troya.

De lo visto, podemos esbozar ciertas nociones para interpretar la carta de Juno:

Su principal aspecto como protectora de las mujeres y regenta de la Sororidad, la unión y fuerza que surge de las mujeres para defenderse ante los peligros externos (Sorora,  Curitis); apela al empoderamiento femenino  (Regina); es la promotora de la fecundidad y los nuevos inicios, tanto de vida como de proyectos, como así también de abundancia y prosperidad (Covella, Lucina, Populona). Bajo su aspecto de Covella, puede marcar nuevos inicios que toman un rumbo sólido que empieza a crecer y tomar forma. Como Curitis y Moneta puede darnos una señal de peligro al acecho, puede ser una advertencia de no bajar la guardia y tomar medidas ante alguna situación problemática que pueda estarse presentando. En general podemos entender esta carta en un aspecto positivo de protección y prosperidad, y buen augurio para crear y materializar (“dar a luz”).

Juno recibiendo la cabeza de Argos por parte de Mercurio, Jacopo Amigoni, 1732.

En cambio, si analizamos a la contrapartida griega, podemos interpretar esta carta como personas implacables o estar respondiendo a los problemas de manera muy agresiva y vengativa. Puede ser una advertencia de que nos podemos llegar a poner a nosotros mismos en situación de desventaja o peligro. Si entendemos su aspecto de Populona como un costado más “utilitarista”, nos puede advertir que estamos desconectandonos de nuestras emociones con el fin de alcanzar una meta determinada. También podemos notar que en su aspecto negativo rompe con la sororidad, volviéndose una enemiga de los intereses colectivos de las mujeres, o que es muy competitiva con sus hermanas. Si en su aspecto positivo podemos hablar de “empoderamiento”, en su lado negativo podemos verla subyugada. También nos va a marcar fuertemente los celos, dado que el pavo real recibe en su cola los ojos de Argos, el gigante que custodiaba a Io que fue muerto a manos de Hermes. los posee en el corazón nunca puede descansar.

Enfocándonos en la imagen que nos muestra la carta, tenemos a la diosa con ropas de época, en un terreno de nubes acompañada de un pavo real, orientada a la derecha y señalando con sus brazos hacia arriba y hacia abajo. Su aspecto si bien es maduro tiende a ser joven, indicando vitalidad, energía. Si bien su posición es baja (II), su ubicación en un plano elevado nos va marcar una figura de importancia y peso, quiza no reconocida a nivel institucional dado que no posee atributos de poder y mando, pero sí desde un lugar para institucional. Al estar posicionada sobre nubes, nos puede alertar de una tendencia a idealizar lo femenino o a alguna persona en cuestión. El pavo real indica la capacidad de estar al tanto de todo, vinculándose con el control (los ojos de Argos), los celos y la posesividad. También nos muestra una naturaleza sofisticada, refinada. Su orientación hacia la derecha expresa dinamismo, avance, autodeterminación; también plasmar a futuro. Al señalar arriba y abajo pareciera hacer alusión a la máxima hermética “como es arriba, es abajo”, expresando la unión de las polaridades y su capacidad de operar con cualquiera de ellas. 

V – JUPITER

En reemplazo del Papa hallamos Júpiter. Al igual que Juno, forma parte de la Trinidad Capitolina siendo él quien la preside. Era parte de la antigua Trinidad junto a Marte y Quirino. Cuando los romanos empiezan a asimilar la cultura griega, la equiparación de Zeus con Júpiter conllevó que éste último adquiriese cada vez más el estatus de dios soberano presidiendo el consejo de dioses. Desde este lugar es tenido no solamente como la deidad suprema sino también como la fuente del poder y la legitimidad de gobierno.

V – Júpiter, TdB de J. Blanche, c. 1875.
  • Primigeniamente Júpiter era un dios del cielo y los fenómenos atmosféricos, vinculado con las lluvias y tormentas, y con las cosechas prósperas que éstas podían generar (Jupiter Dapal, Jupiter Fecundo), pese a que no era estrictamente un dios de la cosecha. Su nombre significa “padre de la luz”. Como portador del rayo y el trueno, se le rendía culto como Júpiter Tonante; se cuenta que el emperador Augusto salió ileso de un rayo que cayó frente a él y que mató a uno de sus sirvientes que iba delante. También se cuenta que como Júpiter Latiaris provocó una lluvia de piedras luego de que su culto fuera destruido por Tulio Hostilio, quien tuvo que restituirlo para aplacar la ira del dios.
  • En el Monte Capitolino se le rendía culto como Jupiter Optimus Maximus, “el mejor y más grande”. Como tal, era el legitimador del ordenamiento político de Roma. Allí iban los cónsules al iniciar sus funciones políticas. En su templo se decidían las declaraciones de guerra del Senado y solían guardarse los tesoros obtenidos en las expediciones militares. Cuando a un general se le daba el título de Triumphator (“triunfador”, ganaba el derecho de desfilar con su ejército por las calles de Roma), éste personificaba a Júpiter, cuya procesión terminaba en su templo, a quien se le rendía tributo con una hecatombe de cabras blancas y de los rehenes obtenidos en campaña. Como Rex, es el garante del derecho; se invocaba a Júpiter como testigos  de los actos solemnes y garante de los compromisos y tratados celebrados; se lo invocaba como fuente de toda justicia.
  • Bajo el aspecto de Júpiter Victor concedió a los romanos el triunfo sobre los samnitas; como Júpiter Estator otorgó el triunfo a Romulo frenando el avance de los sabinos, permitiéndole a las fuerzas romanas reagruparse y salir victoriosos. También protege los límites y fronteras bajo el epíteto de Terminus. 

De aquí podemos destacar algunas carácterísticas que nos ayudarán a comprender la carta: 

Jupiter, grabado de Hendrick Goltzius, 1592,

Principalmente, está asociado a la victoria y el éxito, en especial sobre cuestiones adversas o que impliquen cierto margen de hostilidad (Victor, Estator), oficiando un buen augurio. Esto mismo lo tenemos en su aspecto agrario, indicando buenas cosechas, abundancia, prosperidad (Fecundo, Dapal), crecimiento de todo lo que estamos haciendo. Si lo asociamos a su contrapartida griega, Zeus, nos puede indicar nacimientos, embarazos, hijos (quizá no del todo premeditado). También nos va a mostrar el reconocimiento público y admiración (Maximus Optimus), o personalidades de alto poder y jerarquía; es quien preside la Triada Capitolina, señalando fuerte liderazgo, poder e influencia sobre los demás. Va a señalar la legitimidad de la autoridad o de un orden de cosas (Rex, Maximus Optimus), un ideal de justicia en las acciones y negocios, buena fe, acuerdos. 

Desde un aspecto negativo o mal aspectado, podemos apreciar que nos retira su apoyo hacia la victoria o el éxito, alertando sobre derrotas, fracasos. También puede señalar pérdidas de cosechas, estancamiento en los proyectos. Puede indicar a personas con tendencia despótica y agresiva (Tonante, Lapiaris), la búsqueda de venganza o una actitud implacable para imponer su poder. Puede señalar soberbia. También puede exigir un alto precio que debemos pagar por el éxito. Vinculándolo con Zeus, alerta sobre infidelidad, múltiples amoríos; puede señalar una actitud altamente machista, padres que se desentienden de sus hijos. 

Pictóricamente, en la carta Júpiter es representado como alguien con cabello y barba blanca, indicando su madurez, experiencia y sabiduría. Suele poseer una corona en señal de poder, autoridad y reconocimiento público de su rango. A diferencia de Juno, éste se muestra desnudo, salvo por una banda que lo rodea y cubre sus genitales, lo que marca mayor transparencia y apertura; también puede alertar sobre creerse invulnerable o sobre exponerse. Al igual que la carta II está sobre nubes, pudiendo señalar una idealización de lo masculino o de alguien de estas características. Posee rayos en sus manos, alertando sobre una tendencia agresiva, la imposición de su voluntad; también indica su atributo de dador de justicia y represalias. Pareciera estar parado sobre el águila, símbolo del poder imperial, que muestra la capacidad de ver más allá que el resto, la función superior de la mente. Al estar orientado hacia la izquierda, puede alertar sobre una actitud conservadora, apego al pasado; también una tendencia a ser más reflexivo antes de actuar impulsivamente. 

DESDE LA ASTROLOGÍA

Desde la perspectiva astrológica, Júpiter es uno de los planetas llamados “benéficos”, asociado al crecimiento, la expansión, el optimismo y la búsqueda del pensamientot superior, vinculándose con los filósofos y religiosos. Se conecta con la moral y la ética, con el ideal de justicia y equidad. También puede señalar irresponsabilidad producto de un exceso de confianza u optimismo, arrogancia y soberbia; exageración y desmesura. Puede tender a una actitud conservadora y dogmática.

Por otro lado, Juno es un asteroide descubierto a inicios de 1800. Se lo asocia con el compromiso y la compatibilidad de pareja, las asociaciones y el matrimonio; lo que necesitamos para sentirnos satisfechos. Enfatiza el apoyo y el respeto en las relaciones de pareja. También refiere a la maternidad y la belleza estética. Claramente también puede referir a los celos y la dependencia emocional en relaciones tóxicas.

MANIFESTACIONES PREVIAS DE AMBOS DIOSES EN EL TAROT

La primera referencia que tenemos de ambos dioses en las primeras manifestaciones del Juego de Triunfos (Tarot) la encontramos en una carta escrita en 1449 por Jacopo Marcello a la reina Isabel de Lorena en donde describe dos juegos de cartas, uno creado entre 1412 y 1425 para el duque de Miilán Filippo María Visconti, consistente en dieciséis dioses clásicos, conceptualizado por el secretario y astrólogo personal del duque, Marziano da Tortora. El mazo se divide en cuatro palos, con cuatro Triunfos bajo la forma de los dioses clásicos:

  • Águilas: representa a la Virtud. Aquí encontramos como máximo triunfo a Júpiter, seguido de Apolo, Mercurio y Hércules
  • Fenix: la riqueza. Corona este Palo Juno, seguido de Neptuno, Marte y Aeolos.
  • Tórtolas: simbolizando la castidad. Compuesto por Palas (Atenea), Diana, Vesta y Dafne.
  • Palomas: el deseo y la sensualidad. Integrado por Venus, Baco, Ceres y Cupido.
Giove (Júpiter) y Giunone (Juno), reproducción de los Triunfos de Marziano da Tortora realizada por Robert Place, The Marziano Tarot, 2015.

También encontramos referencia a ambos dioses en el poema de Matteo María Boiardo, cuya estructura está esquematizada bajo la forma de una baraja de cartas que guarda la misma composición del Tarot. Aquí poseemos cinco Palos:

  • Miedos, representados como Látigos
  • Celos, expresados como Ojos
  • Esperanza, como Jarras
  • Amor, y
  • Mundo

En el capítulo dedicado a los Celos, nos menciona a Juno como Reina de dicho palo:

13) Los CELOS hicieron a Juno venir a la tierra muchas veces

Por los varios amores de Jove,

Porque quien los posee en el corazón nunca puede descansar.

En el capítulo del Amor tenemos a Júpiter como Rey:

14) AMOR hizo descender a Jove muchas veces

En diferentes formas, de toro, de cisne, de oro,

Y en forma de águila, él también tomó a Ganímedes.

E hizo que Pasifae se enamore de un toro.

De esta forma podemos notar que la presencia de estas dos figuras dentro de las alegorías que históricamente han compuesto los Triunfos no es algo novedoso y patrimonio exclusivo de esta baraja.

CONCLUSIÓN

Como podemos notar, ambas cartas poseen un cúmulo de contenidos que difícilmente nos pueda permitir hacer un reduccionismo e interpretárlas igual que a la Papisa o al Papa, aunque podemos encontrar algunos elementos en común entre ambas figuras. De mi experiencia utilizándolas en lecturas junto a los Pontífices, es interesante cuando ambas salen para marcar problemas de pareja, el poder femenino emancipado o luchando contra el poderío patriarcal, e incluso el comportamiento manifiestamente machista por quienes salen caracterizados como Júpiter.

Esta no deja de ser una primera propuesta para incorporarlas a la lectura y la práctica, buscando aportar una nueva óptica y gama de interpretación a través de este mazo tan interesante como es el Tarot de Besançon.

Bibliografía:

El Tarot de Marsella

Se conocen como “tarot de Marsella” a una familia de mazos que guardan similitudes en la estética e imaginería usada en cada carta, aunque no todos los que suelen recibir dicha denominación son oriundos de dicha ciudad francesa. Esta denominación fue acuñada por Paul Morteau en 1930, al publicar el “Antiguo Tarot de Marsella”.

Se considera este Tarot el más antiguo que establece la estructura actual, su orden, simbolismo y la denominación de sus cartas –especialmente los Arcanos Mayores-. En los Tarots italianos como el Visconti – Sforza las cartas no reciben nombre ni numeración, y variantes como el Minchiate o el Sola – Busca poseen una estructura -97 cartas- e imaginería –los Triunfos no se condicen con los conocidos- alternativa, que demuestran el período de adaptación histórica en el que fue evolucionando hasta alcanzar un patrón determinado.

Si bien los mazos más antiguos que aún se conservan de esta familia datan de aproximadamente 1650, se piensa que existió un antecesor común perdido, del que partían los distintos maestros carteros de la época para realizar sus versiones

La Cary Sheet -o lámina Cary-. ¿El eslabón perdido entre los Tarots de Marsella conocidos y los antiguos mazos italianos?

La Cary Sheet -o lámina Cary-. ¿El eslabón perdido entre los Tarots de Marsella conocidos y los antiguos mazos italianos?

manuales. Sirven a modo de prueba de esta hipótesis la Cary Sheet –lámina de Cary, que recibe su denominación por encontrarse en la colección de la Familia Cary en la Universidad de Yale-, una lámina o plancha sin cortar, con cartas que poseen una estética similar a la que se encuentra en los mazos de Marsella. Esta plancha está fechada en aproximadamente 1500, lo que para muchos es un dato que sirve para avalar la antigüedad histórica del patrón Marsella, paralela a los mazos italianos conocidos. Esta plancha guarda relación con los mazos italianos en cuanto las cartas no reciben nombre ni numeración. Otra pieza histórica la constituyen las cartas del Castillo Sforza: se tratan de un conjunto de cartas, las cuales algunas guardan relación con los mazos de Marsella; especial mención es el 2 de Oros, que es exactamente igual al que encontramos en todas las barajas de esta familia, y está fechado en 1499 –la fecha que figura en la franja que rodea las monedas, usada para exhibir el nombre del artista y el año de publicación-. Si bien estas cartas no constituyen un único mazo, sino que son fragmentos de varios mazos –algunos son exactamente eso, “fragmentos”, no llegan a ser cartas enteras-, el 2 de Oros coincidente con el patrón Marsella podría dar la pauta de que ya en esa época existía la imaginería típica de este patrón. El hecho de que los eslabones más antiguos del Tarot de Marsella se hallen en Italia, lleva a suponer que su origen está en esa región, posiblemente Milán, dado que las imágenes guardan estrecha relación con el Visconti –Sforza. Se cree que pudieron haber emigrado a Francia luego de la invasión de Carlos VIII en 1499. Otra suposición es que tras dicha invasión, llegasen a Italia las cartas que conformarían el estilo Marsella.

"Le Fov" -El Loco-, Tarot de Jean Noblet, circa 1650.

“Le Fov” -El Loco-, Tarot de Jean Noblet, París, circa 1650.

El mazo más antiguo de esta familia pertenece a Jean Noblet –circa 1650, París-. Aquí veremos por primera vez cartas tituladas y numeradas en un orden. Si bien esta época también tendrá otras variantes relacionadas con este patrón, como el Tarot de Vieville

El Loco, Tarot de Jacques Vieville, París, circa 1650.

El Loco, Tarot de Jacques Vieville, París, circa 1650.

–denominado Tarot Belga aunque fuese publicado en París también, por Jacques Vieville-, lo que confirman que pese a las diferencias, hay un patrón que empieza a delimitarse, al menos visualmente. El segundo en importancia lo constituye el de Jean Dodal –circa 1701, Lyon-, el cual ya muestra determinadas diferencias con el de Noblet que indican una evolución en sus detalles –ya sea por la pérdida de algunos, o la distorsión de otros-; contemporáneo a Dodal, hallamos el mazo de Pierre Madénie –circa 1709, Dijon-, el cual ya plantea diferencias más marcadas, que terminan de lustrarse con el mazo de François Chosson –circa 1736, Marsella, aunque es producto de debate la fecha de este mazo-, que años después copiaría Nicolas Conver –circa 1761, Marsella-, el cual se volverá el más popular y la versión más reconocida hasta la actualidad. Luego de 1770 la mayoría de los mazos de esta familia serán derivados del estándar planteado por Madénie – Conver.

El Tarot de MarsellaTdM– presenta históricamente dos subtipos: el perteneciente a Jean Noblet y Jean Dodal, y el de Pierre Madénie y Nicolas Conver, que Thierry Depaulis denomina “TdM I” y “TdM II

Tarot de Jean Dodal, Lyon, circa 1701.

Tarot de Jean Dodal, Lyon, circa 1701.

respectivamente. En la actualidad, el mundialmente conocido y reproducido a mayor escala es el TdM II.

Además de las diferencias visuales que posee el diseño de los dibujos, las mayores divergencias, por citar algunas, son:

  • En LAMOUREUX –Los Enamorados-, Cupido posee los ojos vendados –TdM I-, lo cual no está en el diseño del subtipo TdM II
  • En LA MAISONDIEU –La Torre-, las llamas parecen salir de adentro –TdM I- en lugar de provenir del cielo –TdM II-
  • En LA LUNE –La Luna-, la cara está de frente y parece ser más una luna llena –TdM I-, en lugar de estar de perfil, denotando una luna creciente –TdM II-
  • En LE PENDU –El Colgado-, hay dedos que salen de sus hombros, y tiene la lengua afuera –TdM I-
  • En LE MONDE –El Mundo- el personaje central se ve más andrógino y está vestido con capa –TdM I- en lugar de la banda que cubre su sexo, y su apariencia esencialmente femenina –TdM II-

Le Mat -El Loco-, Nicolas Conver, Marsella, circa 1760.

Le Mat -El Loco-, Nicolas Conver, Marsella, circa 1760.

El TdM se volverá el más reconocido en dicha época, en donde los distintos estudiosos del Tarot e iniciadores de la fase del “Tarot Esóterico”, como Antoine Court de Gebelin, Eliphas Levi y Papus, entre otros, tomarán esta baraja como punto de partida para sus análisis. Puede suponerse que uno de los elementos que contribuyeron a que se popularice fue su accesibilidad para los sectores más populares, a diferencia de los Tarots italianos del S. XV, los cuales eran de uso de familias nobles, debido al alto lujo de detalles y algunos elementos usados, como el pan de oro.

En 1930, Paul Morteau, director de la casa impresora de cartas Grimaud, publicará la edición más conocida del TdM a partir de las planchas originales usadas por Nicolas Conver, con diversas alteraciones en los colores y algunos detalles. Él será quien bautice como “Tarot de Marsella” a este Tarot.

LAS RESTAURACIONES DEL TdM

A finales del siglo XX, habrá un resurgimiento del interés y estudio de este Tarot, que tendrá como meta el estudiar y comparar todos los mazos que históricamente han existido bajo este patrón, con el objeto de recuperar su verdadera composición, colores y detalles, que paulatinamente fueron perdiéndose debido a las impresiones industriales que irían alterando colores y detalles a fin de facilitar el proceso. Este proceso de Restauración, denominado también Reconstitución o Reconstrucción del TdM hará que empiece a popularizarse más entre los adeptos del Tarot, empezando a llamar la atención de aquellos que buscan la esencia “verdadera” del Tarot, la cual consideran perdida o distorsionada en otros tipos de mazos como el Rider- Waite –Smith o el Egipcio.

Le Fol -El Loco-, Kris Hadar, 1996.

Le Fol -El Loco-, Kris Hadar, 1996.

El primero en abrir el juego en el campo de las restauraciones será el francés Kris Hadar. En 1996 dará a conocer su “Verdadero Tarot de Marsella”, la primera restauración que intentará recuperar los antiguos detalles y colores “distorsionados” a partir del mazo de Conver. Amén de algunos detalles pintorescos, como el halo de luz en la cabeza de algunos personajes –como La Papisa-, Hadar establece el origen del Tarot en 1181, como heredero de la cultura Occitana –cultura que tuvo influencia en gran parte del actual territorio francés, que fue perseguida durante la Cruzada Albigense-.

La segunda restauración será la más conocida actualmente, es la realizada por Phillip Camoin y Alejandro Jodorowsky. Phillip Camoin es descendiente de los dueños de la casa impresora de cartas Camoin, quienes fueran los herederos del trabajo de Nicolas Conver y constinuadores de la casa Conver- Camoin. Con la motivación de Jodorowsky, Camoin emprende el trabajo de restauración del mazo de Conver, usando como principal

Le Mat -El Loco-, Jodorowsky-Camoin, 1998.

Le Mat -El Loco-, Jodorowsky-Camoin, 1998.

referencia las planchas originales y los distintos mazos históricos en posesión de distintos museos –incluyendo una misteriosa baraja que Jodorowsky halló en Mexico, que es la referencia a alteraciones que no guardan relación con los mazos históricos. De dicha baraja no hay pruebas de su existencia, salvo la palabra de Jodorowsky y Camoin-. En 1998 se lanzará el “Antiguo Tarot de Marsella”, esta vez sin poder auto-denominarse “verdadero” debido a que Hadar ya lo había registrado así. Al igual que Hadar, esta reconstrucción vendrá acompañada de una teoría del origen del Tarot, el cual Camoin remonta hasta María Magdalena, estableciéndolo como su evangelio perdido. Según él, luego del a crucifixión, ella escaparía a Egipto, en donde sería recibida como representación de la diosa Isis, y en donde esconderá los secretos iniciáticos cristianos originales. Tras varios siglos, serían llevados a Europa, a los territorios franceses, por el monje Cassiano, en donde adoptarán la imaginería y diseño actuales. La Iglesia, siendo consciente de lo que estas cartas representan, la condenarán como “herejía” en lugar de la clásica condena por “hechicería o superstición”, como se condenaban las prácticas adivinatorias en aquella época. Los Triunfos serán una representación de cada siglo de la era cristiana, que terminarán con el resurgimiento de María Magdalena en el mundo.

De esta línea procederán los españoles Daniel Rodés y Encarnación Sanchez, ex discípulos de Camoin, que también traerán al mundo su propia versión de lo que es el “verdadero y antiguo” TdM. Su baraja Lemat-r-Tarot de Marsella Le Mat-, presentará la particularidad de poseer un fondo dorado, en alusión a las antiguas barajas italianas que también poseían dicho estilo –aunque no existan pruebas de que el TdM alguna vez haya poseído dicho detalle de fondo dorado-. Una vez más, esta restauración vendrá acompañada de una posición propia sobre su origen –el del Tarot en general-, estableciendo a la filosofía Cátara como su punto de partida. Los Cátaros tuvieron su mayor influencia en los actuales territorios franceses, coincidentes con la cultura Occitana; denominadas sus creencias como “la herejía Albigense” –Albigenses era otra de las formas de llamarlos- serán fuertemente perseguidos por la Iglesia Católica mediante la Cruzada Albigense. Una de las creencias constituyentes de esta herejía era la concepción de un mundo espiritual, gobernado por Dios; y un mundo terrenal, gobernado por Satán. Para ellos, todas creaciones terrenales –incluida la institución de la Iglesia- eran obra de éste último. Su vía para alcanzar la iluminación era el ascetismo, y proclamaban la reencarnación de las almas en este mundo hasta que pudieran ser capaces de ver a la divinidad y escapar de este reino.

En paralelo a esta vía restauradora con pretensiones de portar la verdad sobre el TdM, se hallarán otras personas que se guiarán sin tantas motivaciones grandilocuentes y marketineras, como el francés Jean Claude Flornoys, que ha restaurado los distintos Tarots históricos de la familia Marsella, como el de Jean Noblet, Jean Dodal y Nicolas Conver, e inclusive los 22 Arcanos Mayores pertenecientes al mazo de Jacques Vieville. A diferencia de las reconstrucciones anteriores, el trabajo de Flornoy no vendrá teñido o avalado por una teoría específica sobre su origen, ni aires de verdad re-descubierta, sino con el deseo de recuperar piezas históricas. De similar vertiente, hallamos al argentino Pablo Robledo, que ha realizado distintas re-ediciones del TdM II, junto con el de Dodal y los Arcanos Mayores del Tarot de Besançon. La labor de estos dos artesanos restauradores aportará una cuota invaluable a la recuperación del Tarot como objeto de estudio histórico, guiados por el amor al arte y su difusión, sin la pretensión de constituirse en maestros iniciados con una verdad única.

 Para saber más de las re-ediciones:

Jean Claude Flornoy: http://www.tarot-history.com/index.html

Pablo Robledo: https://thetarotofmarseilles.blogspot.com.ar/

Phillip Camoin: http://es.camoin.com/tarot/-Inicio-es-.html

Daniel Rodés y Encarnación Sanchez: http://www.kharmos.com/lemat-tarot/

Kris Hadar: http://www.krishadar.com/

Para ver los distintos mazos históricos del TdM II 

Tarot of Marseilles Heritage: http://tarot-de-marseille-heritage.com/english/index.html

Próximamente, enlaces a los albumes en el FB de Tarot Cotidiano de los distintos Tarots de Marsella

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