En la entrega anterior conocimos sobre la historia de este patrón que se desarrolló en paralelo al TdM y que alcanzó una gran cuota de popularidad que decaería en los inicios del siglo XX, al punto que, hasta no hace mucho tiempo, el Tarot de Besancon era casi desconocido para la gran mayoría del público interesado en el Tarot. (Para leer la primera parte, clickea aquí)

Ahora que poseemos información sobre el patrón, lo que nos resta es pensar en algunos lineamientos que nos permitan incorporar a estas dos cartas a una lectura. Para ello, analizaremos a ambos dioses desde distintas miradas que ayuden a integrar posibles disparadores de sentido en una lectura. Cabe mencionar que para el análisis de estar cartas nos referiremos mayoritariamente al contenido mitológico y antropológico romano, dejando en un plano secundario las elaboraciones griegas sobre sus “contrapartidas” popularmente sincretizadas a ellos, Zeus y Hera. Si bien las figuras de ambas parejas de dioses se equiparan casi al punto de la confusión, los dioses romanos poseen particularidades propias que no poseen su “versión” griega, pese al gran paralelismo existente.

Seguidamente, ofreceré un esbozo de qué narrativas se pueden generar en la secuencia de los Triunfos al intercambiarse a los Pontífices por ambos dioses.

II – JUNO

La diosa Juno (Iunon) aparece vestida con típicas ropas de finales del S. XVIII, parada sobre nubes y acompañada de su animal totémico, el pavo real.

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Minerva, Júpiter y Juno, c. 160-180 D.C., Museo Civico Archeologico, Bologna.

Tanto ella como Júpiter pertenecen a la llamada Trinidad Capitolina, junto con Minerva (ausente aquí), constituyendo la tríada principal de dioses gobernantes, tríada presente en diversas religiones indoeuropeas. Recibía el epíteto de “Capitolina” por tener su culto principal en el Monte Capitolio, en donde se hallaba el mayor templo dedicado a Júpiter Optimus Maximus. Si bien hoy en día tenemos un acercamiento “bidimensional” de los dioses clásicos, concibiendo su carácter mayormente derivado de los mitos y leyendas recogidas, lo cierto es que cada deidad podía ser poseedor de todo un cúmulo de características más o menos disímiles de acuerdo a los diversos cultos que se le podía rendir a cada uno, en distintas zonas geográficas. Muchas veces estos cultos (y los correspondientes epítetos atribuídos a cada deidad) servían para unificar en una sola figura distintos dioses, o facetas muy determinadas de ciertas deidades. Por ello, para tener una mayor comprensión de los alcances de cada deidad, exploraremos las diversas facetas que mostraban de acuerdo a sus distintos cultos.

El mayor aspecto que podemos destacar de Juno es el de Protectora de las Mujeres. No solamente éste era el nombre que recibía esta diosa, sino también que así se le designaba a una serie de espíritus protectores que cada mujer poseía, desde el momento de su nacimiento hasta su muerte: las Junones. Esta faceta protectora se ve en los diversos epítetos y cultos cuyo eje se centra en el estatus de las mujeres casadas y en los partos.

  • Juno Regina: poseía su templo en el Monte Aventino, una de las siete colinas sobre las que se asentaba Roma. Se sabe que a este templo acudían las matronas en los momentos de peligro para la ciudad. Bajo este epíteto se mostraba en su faceta de Consorte Real de Júpiter Optimus Maximus, y era la protectora de las mujeres casadas. Su rol protector hacia las mujeres casadas se hacía presente aún antes de la oficialización del rito protegiendo a la novia a través de sus cultos como Interduca (la que lleva la novia al matrimonio) y Domiduca (la que lleva a la novia a su nuevo hogar) y Cinxia (la que pierde la faja de la novia). Ella es quien preside el matrimonio bajo su título de Prónuba, Iuga / Iugalis. Bajo el epíteto de Juno Sororia era la regente de la hermandad femenina, de la sororidad.
  • Juno Lucina: ella es quien asiste a la mujer en el momento del parto. A su culto se aconsejaba ir sin ningún tipo de nudo o atadura en las ropas o cabellos, porque se consideraba que bloquearía el alumbramiento. En su templo de Esquilino se dejaba una moneda por cada recién nacido, a modo de ofrenda y agradecimiento. Este culto tenía su fecha consagrada en la fiesta de las Matronales el 1° de marzo, que se le rendía tributo como Lucina, Mater y protectora de las mujeres en general. Las mujeres recibían regalos y oraciones de parte de sus maridos. Bajo el título de Conservatrix ella es quien vela por el cuidado del recién nacido. Su función de matrona la podemos hallar englobada en el culto de Juno Populona, la que fomenta la multiplicación del pueblo.
  • Juno Sospita: bajo esta forma era adorada en su aspecto guerrero, vestida con una piel de cabra (de manera similar a la égida de Atenea); bajo el epíteto de Curitis era invocada por los guerreros antes de entrar a combate; Juno Moneta era también tenida como deidad protectora.

Podemos apreciar claramente tres aspectos en Juno: protectora de las mujeres, matrona de la fertilidad y protectora de los guerreros, respondiendo a la tesis de la trifuncionalidad indoeuropea desarrollada por Dumézil. Este misma tripartición la observaremos en Júpiter, por lo que ayuda a generar núcleos temáticos que nos permitan construir redes de sentido para ambas cartas.

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II – Jvnon, TdB de J. Blanche, c. 1874.

Cabe mencionar que en su aspecto de Populona, si bien entendemos intuitivamente que se refiere al crecimiento de la población a través de la fertilidad, también hace referencia a un aspecto particular que cumple el pueblo: el de dar guerreros que defiendan la ciudad (Populus). En los diversos cultos a Juno podemos apreciar que su naturaleza es bastante más benevolente que la que usualmente podemos hallar en la mitología griega sobre la figura de Hera, quien muestra un aspecto bastante aguerrido y celoso debido a las constantes infidelidades recibidas por parte de Zeus, llegando a mostrar un aspecto vengativo con muchas de sus amantes. También en el episodio del Juicio de Paris podemos ver cómo intenta seducirlo para que ella sea elegida como la diosa más bella ofreciéndole el poder de ser el gobernante de toda Grecia, y volviéndose totalmente vengativa e implacable al no ser elegida, propiciando la destrucción de Troya.

De lo visto, podemos esbozar ciertas nociones para interpretar la carta de Juno:

Su principal aspecto como protectora de las mujeres y regenta de la Sororidad, la unión y fuerza que surge de las mujeres para defenderse ante los peligros externos (Sorora,  Curitis); apela al empoderamiento femenino  (Regina); es la promotora de la fecundidad y los nuevos inicios, tanto de vida como de proyectos, como así también de abundancia y prosperidad (Covella, Lucina, Populona). Bajo su aspecto de Covella, puede marcar nuevos inicios que toman un rumbo sólido que empieza a crecer y tomar forma. Como Curitis y Moneta puede darnos una señal de peligro al acecho, puede ser una advertencia de no bajar la guardia y tomar medidas ante alguna situación problemática que pueda estarse presentando. En general podemos entender esta carta en un aspecto positivo de protección y prosperidad, y buen augurio para crear y materializar (“dar a luz”).

Juno recibiendo la cabeza de Argos por parte de Mercurio, Jacopo Amigoni, 1732.

En cambio, si analizamos a la contrapartida griega, podemos interpretar esta carta como personas implacables o estar respondiendo a los problemas de manera muy agresiva y vengativa. Puede ser una advertencia de que nos podemos llegar a poner a nosotros mismos en situación de desventaja o peligro. Si entendemos su aspecto de Populona como un costado más “utilitarista”, nos puede advertir que estamos desconectandonos de nuestras emociones con el fin de alcanzar una meta determinada. También podemos notar que en su aspecto negativo rompe con la sororidad, volviéndose una enemiga de los intereses colectivos de las mujeres, o que es muy competitiva con sus hermanas. Si en su aspecto positivo podemos hablar de “empoderamiento”, en su lado negativo podemos verla subyugada. También nos va a marcar fuertemente los celos, dado que el pavo real recibe en su cola los ojos de Argos, el gigante que custodiaba a Io que fue muerto a manos de Hermes. los posee en el corazón nunca puede descansar.

Enfocándonos en la imagen que nos muestra la carta, tenemos a la diosa con ropas de época, en un terreno de nubes acompañada de un pavo real, orientada a la derecha y señalando con sus brazos hacia arriba y hacia abajo. Su aspecto si bien es maduro tiende a ser joven, indicando vitalidad, energía. Si bien su posición es baja (II), su ubicación en un plano elevado nos va marcar una figura de importancia y peso, quiza no reconocida a nivel institucional dado que no posee atributos de poder y mando, pero sí desde un lugar para institucional. Al estar posicionada sobre nubes, nos puede alertar de una tendencia a idealizar lo femenino o a alguna persona en cuestión. El pavo real indica la capacidad de estar al tanto de todo, vinculándose con el control (los ojos de Argos), los celos y la posesividad. También nos muestra una naturaleza sofisticada, refinada. Su orientación hacia la derecha expresa dinamismo, avance, autodeterminación; también plasmar a futuro. Al señalar arriba y abajo pareciera hacer alusión a la máxima hermética “como es arriba, es abajo”, expresando la unión de las polaridades y su capacidad de operar con cualquiera de ellas. 

V – JUPITER

En reemplazo del Papa hallamos Júpiter. Al igual que Juno, forma parte de la Trinidad Capitolina siendo él quien la preside. Era parte de la antigua Trinidad junto a Marte y Quirino. Cuando los romanos empiezan a asimilar la cultura griega, la equiparación de Zeus con Júpiter conllevó que éste último adquiriese cada vez más el estatus de dios soberano presidiendo el consejo de dioses. Desde este lugar es tenido no solamente como la deidad suprema sino también como la fuente del poder y la legitimidad de gobierno.

V – Júpiter, TdB de J. Blanche, c. 1875.
  • Primigeniamente Júpiter era un dios del cielo y los fenómenos atmosféricos, vinculado con las lluvias y tormentas, y con las cosechas prósperas que éstas podían generar (Jupiter Dapal, Jupiter Fecundo), pese a que no era estrictamente un dios de la cosecha. Su nombre significa “padre de la luz”. Como portador del rayo y el trueno, se le rendía culto como Júpiter Tonante; se cuenta que el emperador Augusto salió ileso de un rayo que cayó frente a él y que mató a uno de sus sirvientes que iba delante. También se cuenta que como Júpiter Latiaris provocó una lluvia de piedras luego de que su culto fuera destruido por Tulio Hostilio, quien tuvo que restituirlo para aplacar la ira del dios.
  • En el Monte Capitolino se le rendía culto como Jupiter Optimus Maximus, “el mejor y más grande”. Como tal, era el legitimador del ordenamiento político de Roma. Allí iban los cónsules al iniciar sus funciones políticas. En su templo se decidían las declaraciones de guerra del Senado y solían guardarse los tesoros obtenidos en las expediciones militares. Cuando a un general se le daba el título de Triumphator (“triunfador”, ganaba el derecho de desfilar con su ejército por las calles de Roma), éste personificaba a Júpiter, cuya procesión terminaba en su templo, a quien se le rendía tributo con una hecatombe de cabras blancas y de los rehenes obtenidos en campaña. Como Rex, es el garante del derecho; se invocaba a Júpiter como testigos  de los actos solemnes y garante de los compromisos y tratados celebrados; se lo invocaba como fuente de toda justicia.
  • Bajo el aspecto de Júpiter Victor concedió a los romanos el triunfo sobre los samnitas; como Júpiter Estator otorgó el triunfo a Romulo frenando el avance de los sabinos, permitiéndole a las fuerzas romanas reagruparse y salir victoriosos. También protege los límites y fronteras bajo el epíteto de Terminus. 

De aquí podemos destacar algunas carácterísticas que nos ayudarán a comprender la carta: 

Jupiter, grabado de Hendrick Goltzius, 1592,

Principalmente, está asociado a la victoria y el éxito, en especial sobre cuestiones adversas o que impliquen cierto margen de hostilidad (Victor, Estator), oficiando un buen augurio. Esto mismo lo tenemos en su aspecto agrario, indicando buenas cosechas, abundancia, prosperidad (Fecundo, Dapal), crecimiento de todo lo que estamos haciendo. Si lo asociamos a su contrapartida griega, Zeus, nos puede indicar nacimientos, embarazos, hijos (quizá no del todo premeditado). También nos va a mostrar el reconocimiento público y admiración (Maximus Optimus), o personalidades de alto poder y jerarquía; es quien preside la Triada Capitolina, señalando fuerte liderazgo, poder e influencia sobre los demás. Va a señalar la legitimidad de la autoridad o de un orden de cosas (Rex, Maximus Optimus), un ideal de justicia en las acciones y negocios, buena fe, acuerdos. 

Desde un aspecto negativo o mal aspectado, podemos apreciar que nos retira su apoyo hacia la victoria o el éxito, alertando sobre derrotas, fracasos. También puede señalar pérdidas de cosechas, estancamiento en los proyectos. Puede indicar a personas con tendencia despótica y agresiva (Tonante, Lapiaris), la búsqueda de venganza o una actitud implacable para imponer su poder. Puede señalar soberbia. También puede exigir un alto precio que debemos pagar por el éxito. Vinculándolo con Zeus, alerta sobre infidelidad, múltiples amoríos; puede señalar una actitud altamente machista, padres que se desentienden de sus hijos. 

Pictóricamente, en la carta Júpiter es representado como alguien con cabello y barba blanca, indicando su madurez, experiencia y sabiduría. Suele poseer una corona en señal de poder, autoridad y reconocimiento público de su rango. A diferencia de Juno, éste se muestra desnudo, salvo por una banda que lo rodea y cubre sus genitales, lo que marca mayor transparencia y apertura; también puede alertar sobre creerse invulnerable o sobre exponerse. Al igual que la carta II está sobre nubes, pudiendo señalar una idealización de lo masculino o de alguien de estas características. Posee rayos en sus manos, alertando sobre una tendencia agresiva, la imposición de su voluntad; también indica su atributo de dador de justicia y represalias. Pareciera estar parado sobre el águila, símbolo del poder imperial, que muestra la capacidad de ver más allá que el resto, la función superior de la mente. Al estar orientado hacia la izquierda, puede alertar sobre una actitud conservadora, apego al pasado; también una tendencia a ser más reflexivo antes de actuar impulsivamente. 

DESDE LA ASTROLOGÍA

Desde la perspectiva astrológica, Júpiter es uno de los planetas llamados “benéficos”, asociado al crecimiento, la expansión, el optimismo y la búsqueda del pensamientot superior, vinculándose con los filósofos y religiosos. Se conecta con la moral y la ética, con el ideal de justicia y equidad. También puede señalar irresponsabilidad producto de un exceso de confianza u optimismo, arrogancia y soberbia; exageración y desmesura. Puede tender a una actitud conservadora y dogmática.

Por otro lado, Juno es un asteroide descubierto a inicios de 1800. Se lo asocia con el compromiso y la compatibilidad de pareja, las asociaciones y el matrimonio; lo que necesitamos para sentirnos satisfechos. Enfatiza el apoyo y el respeto en las relaciones de pareja. También refiere a la maternidad y la belleza estética. Claramente también puede referir a los celos y la dependencia emocional en relaciones tóxicas.

MANIFESTACIONES PREVIAS DE AMBOS DIOSES EN EL TAROT

La primera referencia que tenemos de ambos dioses en las primeras manifestaciones del Juego de Triunfos (Tarot) la encontramos en una carta escrita en 1449 por Jacopo Marcello a la reina Isabel de Lorena en donde describe dos juegos de cartas, uno creado entre 1412 y 1425 para el duque de Miilán Filippo María Visconti, consistente en dieciséis dioses clásicos, conceptualizado por el secretario y astrólogo personal del duque, Marziano da Tortora. El mazo se divide en cuatro palos, con cuatro Triunfos bajo la forma de los dioses clásicos:

  • Águilas: representa a la Virtud. Aquí encontramos como máximo triunfo a Júpiter, seguido de Apolo, Mercurio y Hércules
  • Fenix: la riqueza. Corona este Palo Juno, seguido de Neptuno, Marte y Aeolos.
  • Tórtolas: simbolizando la castidad. Compuesto por Palas (Atenea), Diana, Vesta y Dafne.
  • Palomas: el deseo y la sensualidad. Integrado por Venus, Baco, Ceres y Cupido.
Giove (Júpiter) y Giunone (Juno), reproducción de los Triunfos de Marziano da Tortora realizada por Robert Place, The Marziano Tarot, 2015.

También encontramos referencia a ambos dioses en el poema de Matteo María Boiardo, cuya estructura está esquematizada bajo la forma de una baraja de cartas que guarda la misma composición del Tarot. Aquí poseemos cinco Palos:

  • Miedos, representados como Látigos
  • Celos, expresados como Ojos
  • Esperanza, como Jarras
  • Amor, y
  • Mundo

En el capítulo dedicado a los Celos, nos menciona a Juno como Reina de dicho palo:

13) Los CELOS hicieron a Juno venir a la tierra muchas veces

Por los varios amores de Jove,

Porque quien los posee en el corazón nunca puede descansar.

En el capítulo del Amor tenemos a Júpiter como Rey:

14) AMOR hizo descender a Jove muchas veces

En diferentes formas, de toro, de cisne, de oro,

Y en forma de águila, él también tomó a Ganímedes.

E hizo que Pasifae se enamore de un toro.

De esta forma podemos notar que la presencia de estas dos figuras dentro de las alegorías que históricamente han compuesto los Triunfos no es algo novedoso y patrimonio exclusivo de esta baraja.

CONCLUSIÓN

Como podemos notar, ambas cartas poseen un cúmulo de contenidos que difícilmente nos pueda permitir hacer un reduccionismo e interpretárlas igual que a la Papisa o al Papa, aunque podemos encontrar algunos elementos en común entre ambas figuras. De mi experiencia utilizándolas en lecturas junto a los Pontífices, es interesante cuando ambas salen para marcar problemas de pareja, el poder femenino emancipado o luchando contra el poderío patriarcal, e incluso el comportamiento manifiestamente machista por quienes salen caracterizados como Júpiter.

Esta no deja de ser una primera propuesta para incorporarlas a la lectura y la práctica, buscando aportar una nueva óptica y gama de interpretación a través de este mazo tan interesante como es el Tarot de Besançon.

Bibliografía: