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Pablo Robledo regresa a Bs. As. luego de tres años a darnos este taller especial: El Tarot en Serio. Este taller va ahondar en la dinámica que implica con una consulta de Tarot: ¿de qué manera se prepara el lector profesional para encarar una sesión? ¿Cómo se lleva adelante la consulta teniendo al consultante como eje de toda la experiencia? ¿cómo funciona tu cabeza en el momento de la lectura?
Estos y otros profundos temas se abordarán a través de los ojos de uno de los Maestros Carteros más reconocidos a nivel mundial, quien nos brindará su impronta y visión nacida de su larga experiencia con el Tarot.
Como dice Pablo, ¡este taller es para valientes! No importa cuál sea tu nivel de experiencia práctica con el Tarot, aquí vas a tener un completo y profundo registro de cómo un profesional maneja y desarrolla una sesión de Tarot, sacando provecho a todos tus recursos y sensibilidad para ello.
El taller es presencial, y tendrá un cupo súper limitado de 10 vacantes.
Se llevará a cabo en el barrio de San Telmo, Ciudad Autónoma de Bs. As. La dirección se entregará a quienes confirmen su vacante abonando previamente su participación.
Este segmento del mazo es un mundo propio dentro del Tarot que nos guarda un sin número de recursos que podemos aplicar a una sesión de Tarot.
En este workshop especial analizaremos y aplicaremos hondamente este segmento de dieciseis cartas.
Haremos un recorrido por los antecedentes históricos y las diferencias con la Corte de los naipes comunes desde el cual comprenderemos el lugar específico que esta sección tiene en la actualidad. Analizaremos su estructura interna, cómo se las entienden en diversos sistemas, como el de la Golden Dawn, la rama evolutiva de Jodorowsky-Costa, la corriente Junguiana y el de la cartomancia tradicional. También veremos cómo se relacionan con los Arcanos Mayores y las cartas Numeradas conectando al Tarot como un sistema integral. Trabajaremos con diversos ejercicios de lectura que nos ayudarán a comprender mejor su rol dentro de una tirada.
El workshop se realizará el día sábado 12/12 a de 13hs-17hs (Arg) y se realizará a través de la plataforma Skype.
La Formación Integral de Tarot de Marsella está construida especialmente para que cualquier persona sin conocimiento previo aprenda a interpretar el Tarot y finalice la cursada con conocimiento y experiencia en la lectura de la totalidad del mazo. No solamente está puesto el foco en el aspecto teórico sino también en el práctico, de manera que todos los estudiantes puedan lograr reconocer los aspectos centrales de la lectura y desarrolle la capacidad de análisis en la búsqueda de recursos y soluciones para la situación del consultante.
El Tarot de Marsella es uno de los mazos más populares de la actualidad, el cual la mayoría de las veces termina conllevando cierta dificultad para los estudiantes debido al poco énfasis que se le da a los Arcanos Menores, siendo éstos uno de los mayores desafíos para la mayoría de la gente. Por ello el enfoque de trabajo partirá del análisis visual, al cual se le incorporarán diversas capas de lectura simbólicas que ayudarán a organizar mejor la información.
La Formación ofrece dos formas de cursada: grupal e individual.
La primera manera se articula con clases semanales grupales de dos horas. Cada clase en vivo constará con un repaso del tema del día, abriendo el lugar al debate y las preguntas, junto con prácticas orientadas a implementar lo teórico. Cada clase estará mayormente destinada a la práctica. Las mismas se realizarán por la plataforma Skype y quedarán grabadas con la opción de descargarlas para cada estudiante. Quienes no puedan integrarse a la modalidad de clases grupales, se le brindará la posibilidad de coordinar una tutoría semanal, con horario a coordinar, de una hora de duración, a fin de integrar de forma más personalizada los temas y ejercicios de la cursada. Esto último aplica para las clases particulares, orientadas a quienes deseen iniciar con la Formación en cualquier momento del año.
–Cursada grupal— Inicio: martes 8/8/2023 Horario: 19 a 21hs Arg.
Duración. 5 meses.
El contenido teórico se presentará a través de videos grabados que tendrá a disposición cada estudiante antes de la clase, junto con su correspondiente material escrito. Éstos serán repasados en cada clase a fin de dilucidar dudas y abrir el debate. También se apoyarán en Actividades Semanales que ayudarán a integrar a consciencia el contenido conceptual, a través de una pequeña evaluación de lo visto. La Formación Integral consta de 4 Unidades. Se puede cursar la totalidad de la Formación desde cero, para aquellos que deseen generar una sólida base de Tarot desde las Cartas Numeradas hasta los Arcanos Mayores, a través de ejercicios y prácticas en cada clase. Las clases en vivo tienen como finalidad principal la práctica, por lo que se recomienda la participación de los estudiantes en ellas o la facilitación de tutorías de una hora para aplicar el contenido. La filosofía que rige las Formaciones de Tarot es que el Tarot se aprende mediante la práctica y no sólo desde la teoría.
PROGRAMA
CARTAS NUMERADAS (Duración: 8 clases) –Unidad I– Introducción al Curso. Breve Historia del TdM. ¿Qué es el Tarot? División del Mazo. Método visual. Los Palos y diversos enfoques para analizarlos. Numerología. Lectura de 3 libre. Lecto-comprensión: reconocimiento de la temática de la lectura.
–Unidad II– Cartas Numeradas: recorrido por grado numérico y por Palo. Análisis de cada carta. Tirada de 3 con posiciones. Lectocomprensión: reconocer el aspecto problemático en una lectura.
CARTAS DE LA CORTE (Duración: 6 clases) –Unidad III– Figuras de la Corte. Diversas maneras de interpretarlas. Maneras de organizarlas. Relación con Mayores y Menores. Orientación de los personajes. Análisis de cada carta. Tirada del Mundo. Lecto-comprensión: interpretación sintética, que discierna entre lo importante y no tan relevante en una lectura.
ARCANOS MAYORES (Duración: 8 clases) –Unidad IIII– Arcanos Mayores. Introducción y repaso de su recorrido. Análisis de cada una de las 22 cartas. Triple Septenario, los Grados Numerológicos. Cartas Invertidas. Lectura Tablero. Lecto-comprensión: discernimiento de temas relevantes y no relevantes, búsqueda de herramientas o ayuda a los aspectos problemáticos que reconozcamos en la lectura.
Durante la Formación se trabajará de manera profunda con estas tres lecturas:
1- Lectura de 3: como unidad básica de lectura, la analizaremos en su formato libre (sin posiciones) como también a las diversas interpretaciones que pueden encarnar estas tres cartas en una lectura. Con ella ejercitaremos la lecto-comprensión a fin de reconocer de qué trata cada lectura, su punto problemático y buscar posibles soluciones o respuestas a ello.
2- Tirada del Mundo: Esta lectura de nivel intermedio brinda la posibilidad de poder identificar de qué manera se vinculan las distintas áreas de la vida del consultante y cómo reflejan una pregunta en determinados ámbitos. Se ejercitará la capacidad de interpretar sintéticamente, de acuerdo a los focos de mayor y menor importancia que muestren las cartas.
3- Lectura Tablero: como esquema final, veremos esta lectura en dos formatos de dificultad creciente. Incorporará la capacidad de síntesis, reconocimiento de los puntos adversos y la vinculación constante entre las cartas en una lectura.
Para acceder al formulario de inscripción, ingresa aquí
La historia del Tarot y los juegos de cartas es un ámbito mayormente inexplorado en nuestra lengua castellana, lo que ha generado mucho desconocimiento e ignorancia sobre el tema y la repetición continua de lugares comunes sin respaldo histórico de ningún tipo.
En este taller exploraremos el surgimiento de los primeros juegos de cartas y cómo éstos arriban a Europa en un momento cultural, social y artístico que permitió el surgimiento del Juego de Triunfos, lo que con el correr de los años se convertirá en lo que hoy en día llamamos «Tarot». Exploraremos las condiciones en las que surge, sus distintas manifestaciones y su evolución a lo largo del tiempo desde el Renacimiento Italiano hasta la actualidad. Veremos cómo pasa de ser un mero juego de cartas a una herramienta oracular y de auto ayuda por excelencia de la actualidad.
Realizado por última vez en febrero de 2023, esta nueva edición re elabora mucho de lo planteado en su formato original, ampliando el contenido y el archivo visual utilizado para el recorrido histórico. Se encuentra a disposición las cuatro clases grabadas para quienes deseen acceder a ellas.
–PROGRAMA–
Clase 1: Origen de los juegos de cartas en Asia, su paso a Europa; contexto europeo del desarrollo de los juegos de naipes, adaptación de los Palos.
Clase 2: Antecedentes de los juegos de Triunfos, Procesiones Triunfales, influencias Neo-Platónicas; barajas iluminadas del S. XV de Italia.
Clase 3: Paso del Juego de Triunfos de Italia a Francia, el Taraux / Tarocchi; barajas de los siglos XVI, XVII y XVIII; el Tarot de Marsella y otros patrones contemporáneos (Tarot de Besanzón, Tarot Belga); Tarots Revolucionarios.
Clase 4: el origen del «Tarot Egipcio» y el desarrollo del Tarot esotérico a finales del S. XVIII; el Renacimiento Ocultista, la Orden Hermética del Alba Dorada (Golden Dawn); Aleister Crowley. La influencia de la New Age, el Tarot evolutivo; el Tarot contemporáneo y sus diferentes perspectivas.
También se encuentra a la venta el ebook oficial que recopila el recorrido visual de los mazos históricos que se abordan en el taller.
Aranceles:
Pack de las 4 clases grabadas+ebook recopilatorio: $6000 (pesos argentinos; desde fuera de Argentina: u$s40)
Ebook recopilatorio: $2000 (fuera de Argentina, u$s 10)
DATOS DE PAGO Mercado Pago (sólo Argentina): alias tarot.cotidiano
Paypal (sólo en dólares desde afuera de Argentina): desde la opción Enviar Dinero, agregar el siguiente mail, dark_link_05@yahoo.com.ar
El siguiente texto es parte del material entregado a alumnxs del Curso Integral de Tarot (2014 – 2018) realizado junto a Juliana Malladas
SU NUMERACIÓN Y LAS DISTINTAS VARIANTES DE ACUERDO AL ORDEN DE LOS TRIUNFOS
Quienes comparen un Tarot de Marsella (TdM) con el Rider-Waite-Smith (RWS) o sus descendientes, podrán comprobar que se intercambia el orden de los triunfos La Justicia y La Fuerza. En cada bando existen teóricos que proclaman la tergiversación de una de las dos secuencias, y la veracidad de las posiciones que defienden (podemos citar a Alejandro Jodorowsky y a Daniel Rodés, ambos “restauradores” del TdM y defensores de sus propias ideas respecto al Tarot).
Para encarar esta problemática, debemos dar un vistazo al pasado, a los mazos históricos.
LA NUMERACIÓN EN LAS BARAJAS ANTIGUAS:
Como ya sabemos, el juego de los Triunfos (posteriormente denominado Tarocchi / Tarot, en italiano y francés, respectivamente) conllevaba un aprendizaje moral subyacente, cuya idea principal era la redención del alma del hombre pecaminoso, representado en la baraja por el triunfo de más baja denominación: il Bagatto (o Bagatella, “Charlatán” o “malabarista”, el cual conocemos en la actualidad como El Mago). Cada Triunfo es vencido por otro más alto, por lo que el Bagatto es derrotado ante El Emperador, y éste, a su vez, por la Templanza, y así sucesivamente. Al existir esta idea moral de triunfo de aspectos más elevados sobre condiciones inferiores (que el autor italiano Andrea Vitali asocia al concepto de la Escalera Mística renacentista), se cree que el orden de los Triunfos lejos está de ser aleatorio, sino más bien son el reflejo del trasfondo cultural y moral en donde eran confeccionadas las distintas barajas.
El juego de cartas más antiguo que se emparenta con las imágenes alegóricas actuales es el Visconti – Sforza, repartido entre la Biblioteca Perpont – Morgan en EUA, la colección de la familia Colleoni y la Biblioteca de Bergamo, ambos en Italia. Este mazo, al igual que varios de los otros mazos iluminados contemporáneos, no presenta en sus cartas un orden ni nombre expreso. La ausencia de ordenamiento expreso no significa que no existieran rangos, sino que éstos se daban por sentado entre los jugadores como parte de las reglas del juego, se aprendían mediante la experiencia del juego. Posiblemente esta ausencia de orden expreso fue lo que posibilitó que, al extenderse a otras ciudades y regiones, cambiara el orden de algunos Triunfos, junto con la representación iconográfica de alguno de éstos.
LA NUMERACIÓN MENCIONADA EN DISTINTOS SERMONES CONTRA LOS JUEGOS DE CARTAS:
Durante parte del S. XV y XVI, se ha publicado el orden y los nombres de los Triunfos en distintos sermones contra los juegos de cartas, poemas y sátiras. A continuación, veremos una lista del orden que se menciona en estas fuentes literarias[1]:
Sermones (secunda mitad 1400, anónimo)
Pasquinata (1521, Pietro Aretino)
Triomphi (1534, Troilo Pomeran)
Motti (segunda mitad de 1500, anónimo)
El Batella
Il Bagatella
Matto
Matto
Imperatrix
L’imperatrice
Bagatella
Bagatello
Imperator
L’Imperadore
Imperatrice
L’Imperatrice
La Papessa
La Bella Papessa
Papessa
La Papessa
El Papa
Il Papa
Imperatore
L’Imperatore
La Temperantia
Temperantia
Papa
Il Papa
L’Amore
L’Amore
Temperanza
l’Amor
Lo Caro Triumphale
Il Carro
Carro Triomphale
La Giustizia
La Fortezza
La Fortezza
Amore
Il Carro
La Rotta
La Ruota di Fortuna
Fortezza
La Fortezza
El Gobbo
Il Vecchio
Rota
La Ruota
Lo Impichato
Il Traditore
Tempo
Il Cocchio
La Morte
La Morte
Traditore
Il Traditore
El Diavolo
Il Diavolo
Morte
La Morte
La Sagitta
La Casa
Diavolo
La Temperanza
La Stella
La Stella
Foco
Il Diavolo
La Luna
La Luna
Stella
Il Fuoco
El Sole
Il Sol
Luna
La Stella
Lo Angelo
L’Angelo
Sole
La Luna
La Iusticia
La Iusticia
Angelo
Il Sole
El Mondo
Il Mondo
Giustitia
L’Angelo
El Matto
Il Matto
Il Mondo
Il Mondo
Le Carte parlanti (1543, Pietro Aretino)
Trionphi (mitad de 1500, anónimo)
Gioco di Tarocchi (1550, Paolo Giovio)
Il Matto
Il Matto
Il Matto
Il Bagatella
Il Bagatino
Il Bagatello
L’Imperatrice
L’Imperatrice
L’Imperatrice
La Papessa
L’Imeradore
La Papessa
Lo Imperatore
La Papessa
L’Imperator
Il Papa
Il Papa
–
L’Amore
La Temperanza
–
La Giustizia
Il Carro
L’Amore
Il Carro Trionfale
L’Amore
La Giustizia
La Fortezza
La Fortezza
Il Carro
La Ruota
La Ruota
La Fortezza
Il vecchio
Il Gobbo
La Rota di Fortuna
Il Traditore
Il traditore
Judas
La Morte
La Morte
La Morte
La Temperantia
Il Diavolo
La Temperanza
PLutone
La Casa del Diavolo
Il Diavolo
La Casa de Plutone
La Stella
La Casa del Danato
Le Stelle
La Luna
La Stella
La Luna
Il Sole
La Luna
Il Sole
L’Agnolo
Il sole
L’Angelo (le Trombe)
La Justicia
Lo Angelo
Il Mondo
Il Mondo
Il Mondo
De los precedentes ejemplos, podemos notar que prácticamente no ha existido un orden fijo de los Triunfos, pero esto sería apenas una observación superficial. Si prestamos atención, existen tres bloques claramente delimitados: del Bagatella al Papa; la Templanza, el Amor, la Justicia, el Carro y la Fortalezza (aunque esta última muestra una constancia como carta previa a la Rueda de Fortuna); y un tercer bloque constante, desde la Rueda hasta el Mundo (o el Loco, según lo ubiquen al inicio o al final). En el primer bloque se dan variaciones en las posiciones de los Emperadores y los Pontifices, pero siempre son variaciones internas (no aparecen en otro bloque), y el segundo se mantiene casi inalterado, solamente lo modifican los saltos que dan las cartas del bloque del medio.
LAS TIPOLOGÍAS DE DUMMETT
En base a lo observado, el autor inglés Michael Dummet, en su libro “The Game of Tarot”, establece tres tipos de ordenamientos:
Tipo A: en esta categoría, el Triunfo más alto es el Angel (el Juicio), precedido por el Mundo; las tres Virtudes se ubican cercanas entre sí, generalmente sobre alguna carta baja del grupo intermedio (El Amor). El Tarot de Bologna, de Toscana y Sicilia son clasificados aquí.
Tipo B: en esta categoría, el Mundo es el Triunfo más alto, precedido por la Justicia y el Juicio. Las virtudes (Templanza y Fortaleza) se hallan separadas. Acá suelen ubicar a los Tarots de Ferrara (Alexander Sforza, Ercole D’Este, Rothschild)
Tipo C: ésta es la categoría que es más conocida, en donde el Mundo es la carta más alta, antecedido por el Juicio; la Templanzase ubica entre la Muerte y el Diablo, la Justiciaentre el Carro y el Ermitaño, y la Fuerzaentre la Rueda y el Colgado. Este es el ordenamiento que recoge el Tarot Visconti – Sforza, el Marsella y sus derivados, incluidos los Tarots actuales.
Las Virtudes Cardinales son las cartas que saltan entre las ubicaciones y cambian el orden de los segmentos medio y alto de los Triunfos, aunque en el segmento más bajo, como ya vimos, se dan variaciones internas. Por lo que históricamente es difícil de hablar de un solo ordenamiento o una secuencia oficial, tal como algunos autores afirman actualmente.
El TdM recoge una de las variantes, la cual ha sido la más extendida y conocida debida a la popularidad que ha tenido este patrón, el cual ha servido de fuente para los Tarots modernos, incluido el RWS. Si bien entre los argumentos a favor de la numeración “verdadera” del TdM se suele citar que los Tarots italianos son demasiado arcaicos y es difícil tomarlos en cuenta a la hora de analizar el patrón establecido por el Marsella, existe un mazo contemporáneo a éste que ha utilizado un ordenamiento alternativo.
EL TAROT DE JACQUES VIEVILLE
Este mazo oriundo de París, data aproximadamente del año 1650, es contemporáneo a uno de los primeros TdM conocidos: el de Jean Noblet. Estas cartas cuenta con la peculiaridad de que las imágenes están “espejadas”, es decir, las orientaciones de los personajes están a la inversa a la que suele hallarse en los TdM (El Loco camina hacia la izquierda, el Mago mira hacia la derecha, etc.). Además, presenta un ordenamiento distinto:
Los Enamorados (VI) – La Justicia (VII) – El Carro (VIII) – La Fuerza (IX) – La Rueda(X) – El Ermitaño (XI)
Esta es una variante co-existente al patrón del TdM, la cual reafirma la idea de que no es posible referirse la secuencia plasmada en el Marsella como la única o “verdadera”, ni resulta justo atacar al RWS atribuyéndole una supuesta deformación al Tarot, ya sea desde la base iconográfica, ya sea desde la secuencia de los Triunfos.
ARTHUR WAITE: EL CAMBIO DE LAS POSICIONES
En su libro La Clave Pictórica del Tarot (The Pictorical Key of Tarot), Waite, respecto de la variación de las posiciones, solamente se limita a decir lo siguiente:
“Por razones que me satisfacen, esta carta ha sido intercambiada con La Justicia, que usualmente es numerada como ocho. Como la variación no tiene ninguna implicación para el lector, no hay motivos para dar explicaciones”
Arthur Waite, al igual que su ilustradora Pamela Colman Smith, y otros referentes del Tarot de la primera mitad del siglo XX (Aleister Crowley, Frieda Harris, Paul Foster Case, C.C. Zain) pertenecían a la Orden del Alba Dorada (Hermetic Orden of the Golden Dawn). Esta orden hermética acumuló y articuló todo el conocimiento esotérico existente a la fecha, por lo que sus miembros recibían formación en astrología, Kaballah, numerología, alquimia y Tarot (para ver mis publicaciones sobre el tema, clickeá aquí). Dentro de esta Orden, el Tarot representaba el súmmum del conocimiento hermético, recogiendo las doctrinas de Eliphas Levi; cada carta poseía su correspondencia astrológica y kabalística. Levi conectó a cada uno de los 22 Arcanos Mayores con una letra del alfabeto hebreo, lo que a su vez los conectaba con un sendero del Árbol de la Vida. Por otro lado, el Sepher Yetzirah (“Libro de la Creación”, manuscrito del misticismo judío) vincula a cada letra con un signo zodiacal. Bajo este criterio, la octava letra, Teth, se asociaba a Leo. Bajo una visión lógica, la octava posición, asociada a Leo, poco tiene en común con La Justicia, la cual debería estar en la posición 11, lugar que ocupa la letra Lamed, asociada a Libra.
El primero en realizar este ajuste fue Samuel Lidell McGregor Mathers, el Maestre de la GD. Como requisito para ser iniciado, los aspirantes debían crear su propia baraja, basada en las correspondencias establecidas por la Orden. Por lo que no solamente Waite creó su propia baraja, sino todos los integrantes iniciados de la GD lo han hecho, siguiendo las directrices que la Orden establecía para las correspondencias. Por lo que esta variación, en principio, era sólo para uso interno de la Orden, no para los profanos. Aun así, fue Waite quien realiza la primera publicación de este ordenamiento, por lo que es a él a quien se le atribuye el cambio, si bien intelectualmente no fue quien lo estableció (Sobre la Golden Dawn).
LOS TAROTS MODERNOS
Durante la segunda mitad del siglo XX, el Tarot vivirá su segundo momento de esplendor gracias al resurgimiento de la espiritualidad y el misticismo atribuido a la Nueva Era de Acuario (comúnmente llamada “New Age”), en donde EUA será el mayor referente de este movimiento. En dicha época, los derechos del Tarot RWS son adquiridos por US Games y es relanzado en suelo estadounidense, en donde se volverá rápidamente popular y masivo, convirtiéndose en uno de los mayores referentes, no solamente por la accesibilidad que posee al tener ilustraciones en todas sus cartas, sino por el contenido esotérico y simbólico encriptado dentro de sus imágenes. Como el público estadounidense suele sufrir de un pequeño complejo de “centro del mundo”, mayormente sólo llegan a conocer el orden establecido por este mazo, desconociendo que originariamente la Justicia precede a la Fuerza. Debido a su masividad, gran cantidad de autores y artistas han re-versionado al RWS, manteniendo la misma numeración para la Fuerza y la Justicia, por lo que en los últimos 30 años se ha sucedido una creación inigualable de mazos de Tarot que, mayoritariamente, han mantenido el orden de Waite, causando que se naturalice y tome como el “correcto”.
LA JUSTICIA Y LA FUERZA
Habiendo echado un vistazo a los distintos tipos de secuencias que han tenido históricamente el Tarot, ahora vamos a enfocarnos en la relación que poseen estas dos cartas entre sí.
LAS VIRTUDES CARDINALES
Como primer paso, debemos decir que ambas figuras pertenecen a las Virtudes Cardinales: Justicia, Fortaleza, Templanza y Prudencia. Justicia, Fortaleza (Fuerza) y Templanza aparecen entre los Triunfos de forma expresa. Es notoria la ausencia de Prudencia, aunque a esto hay que mencionar que Andrea Vitali y Court de Gebelin hallan a dicha virtud en el Colgado, de manera disfrazada y en sentido negativo (es decir, aludiendo a lo que provoca la ausencia de dicha virtud; incluso, para Gebelin, la imagen “correcta” es la carta al derecho, con el personaje en un solo pie evadiendo a una serpiente, idea que retoma Etteilla en su tarot), mientras que la mayoría de los autores consideran que Prudencia aparece disfrazada bajo el manto del Ermitaño, dado que uno de los significados atribuidos a esta carta es, justamente, prudencia, tal como también lo enuncia Waite en La Clave Pictórica del Tarot.
Por su parte, Robert Place en su libro “Tarot: History, Symbolism and Divination”, propone que no hay que buscar a la Prudencia camuflada en las cartas, sino que ésta se encuentra implícita en todo el juego del Tarot; al fin y al cabo, desde la Edad Media se ha establecido que ésta se alcanza mediante la suma de las tres anteriores. Si hubiera que buscar a la Prudencia camuflada en alguna carta, ésta debería ser El Mundo, dado que muestra la comunión con lo divino, la Sabiduría que es otra forma de llamar a la Prudencia.
Estas Virtudes son definidas como “hábitos que disponen al entendimiento y la voluntad para obrar según la razón iluminada por la fe, para que ésta escoja entre los medios más adecuados al fin espiritual del Hombre”; es decir, son una línea de conducta fundamental para el vivir según los lineamientos de la fe y lograr la salvación. Son actitudes firmes, perfecciones habituales del entendimiento y la voluntad que regulan las acciones, ordenan las pasiones y guían la conducta. Para entenderlo mejor, cuando alguien es “virtuoso” en un área determinada, sabemos que es “bueno”, que posee un conocimiento y destreza poco habitual. Podemos pensar en el caso de una pianista o un actor. En este caso, las Virtudes son el parámetro de excelencia de la condición espiritual humana.
Platón en “La República”, menciona cuatro virtudes humanas: sabiduría, valor, templanza y justicia. Ubica a la justicia como la mayor virtud, por ser la que mantiene unidas las otras tres y por ser la de más difícil práctica. Esta jerarquía de las Virtudes será reinterpretada por los estoicos, quienes pondrán en un lugar de mayor importancia a Prudencia, siendo ésta alcanzada con la integración de las otras tres virtudes: Templanza, Fortaleza y Justicia.
En la Era Cristiana, son San Ambrosio, San Agustin y Santo Tomás de Aquino quienes elaboran la doctrina de las Virtudes Cardinales, añadiendo las Virtudes Teogodales o Cristianas (Fe, Caridad y Esperanza; estas virtudes aparecen en mazos como el Mantegna- Baldini y el Visconti Cary-Yale).
Cada una de las Virtudes es definida de la siguiente forma:
Prudencia: es la virtud de actuar y comunicarse de forma clara y cautelosa, respetando los sentimientos, las libertades y la vida de los demás. Es la que dispone la razón suficiente para discernir el bien del mal en cada circunstancia y la que ayuda a elegir los medios adecuados para realizarla. Es la Virtud que guía a las demás.
Justicia: dar al prójimo lo que le es propio, con equidad y respeto a los individuos y al bien común, mediante una voluntad firme y constante
Templanza: es la moderación de los instintos y deseos que procura un equilibrio en el uso y explotación de los bienes; asegura el dominio de la voluntad sobre las pasiones para que se mantengan dentro de los límites de la honestidad.
Fortaleza: asegura la firmeza de la voluntad para superar las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso al sacrificio por una buena causa.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, dichas Virtudes fueron representadas bajo la forma de mujeres, con distintos atributos alegóricos:
Prudencia: con un espejo (en varias ocasiones portadora de dos caras), con una cornupia o una serpiente
Templanza: con dos recipientes de agua mezclándolos (“cortar el vino con agua”, la descripción literal de la moderación), o con un reloj de arena.
Fortaleza: dominando un animal, junto a un roble o una columna partida
Justicia: con espada y balanzas.
Como pueden ver, varios de los atributos alegóricos se mantienen presentes en las imágenes de las cartas.
Ramón Lull[2] (1232-1315) da una explicación de la importancia de cada una:
“La primera Virtud en importancia a desarrollar en nosotros es la Fortaleza. ¿Cómo podríamos abordar una empresa de cualquier tipo si no estamos de antemano seguros de completarla? Así que hay que ser fuerte; fuerte contra el mundo, fuerte contra nosotros, fuerte contra nuestros fuertes vicios.
La segunda Virtud a desarrollar es la Prudencia, porque nos enseña a desconfiar del mundo, de nosotros mismos, de las tretas sutiles que nos proporcionan los vicios, nuestros enemigos concientes y sutiles. No hay que verlos a éstos como defectos y reacciones instintivas de nuestra propia carne. Sin duda le sirve como vehículo para canalizar estas reacciones, que son inspiradas por el Espíritu de la Oscuridad que vive en ellas, ya que es el autor y facilitador de éstas (…) y nosotros como un espíritu libre las desafiamos (…) todo se rechaza. Aquí (surge) la Virtud Prudencia.
De la práctica habitual de estas dos Virtudes, la Fortaleza y la Prudencia, nacen respectivamente la Templanza y la Justicia.
Cuando la Fortaleza tiene a salirse de su dominio y desvanece la Prudencia momentáneamente, aparece la Justicia. Ésta es la retribución exacta, el momento donde se recupera el equilibrio tras la reacción perturbadora.
Cuando la Prudencia prevalece sobre la Fortaleza, es donde aparece la Templanza. Ella, también llamada Misericordia, Suavidad, Indulgencia y Perdón, es quien se opone a la rigurosidad de la Justicia, cuya precisión ignora los cambios impulsados por el amor infinitos de los seres entre sí y de Dios para con todos ellos”
Es notorio destacar cómo el orden que sugiere Lulio respecto del desarrollo de cada virtud sigue el orden que se establece en el Tarot RWS: Fuerza, Prudencia (el Ermitaño?), Justicia y Templanza.
LA JUSTICIA Y LA FUERZA: DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA
Para Angeles Arrien, ambas cartas son aspectos de un mismo poder: la Ley. La Fuerza es la Ley Natural, la que todos los seres vivos siguen instintivamente para actuar y sobrevivir en el mundo salvaje. Ninguno de ellos pueden violar esta ley sin verse en peligro de exponerse a la muerte; es la ley del más fuerte, sólo aquel que más desarrollado tenga sus instintos naturales podrá sobrevivir a la continua cacería que significa la vida. Violar la ley de la Naturaleza provoca una desarmonía, una disrupción del orden natural en el que se pone en peligro el hábitat y supervivencia de los seres (esto es lo que sucede cuando se talan selvas y bosques para construir ciudades).
Por otro lado, tenemos la Ley del Hombre: la inclinación cultural, las leyes codificadas; un estándar para medir las acciones objetivamente y permitir la vida en sociedad, cada uno sabiendo los derechos y obligaciones que conlleva la vida social; dicho en otras palabras, los límites a los instintos naturales que perturbarían el orden y la paz comunitaria.
De esta manera, podemos observar que la Fuerza pertenece al mundo indómito e instintivo de la Emperatriz, mientras que la Justicia al orden y civilización del Emperador. Como ya hemos visto, la pareja de Emperadores deben mantener un equilibrio entre sí para que exista armonía y paz. Lo mismo sucede con la Fuerza y la Justicia: cuando las leyes del hombre se dictan para oprimir los instintos naturales o va directamente en contra de la ley natural, se genera una injusticia; nos vemos forzados a ser u hacer algo que naturalmente no está en nuestra naturaleza (reprimir las tendencias sexuales, prohibiciones que impidan el desarrollo de las capacidades o talentos de las personas, restricciones a la libertad de expresión o creencia, etc.). De igual manera, si no existe una posibilidad para que todos posean la oportunidad de sobrevivir y desarrollar sus talentos sin temer el accionar de aquellos que posean más fuerza física o poder, nos mantendríamos en un orden de “ley del más fuerte”; seríamos parte de una cadena alimenticia luchando por sobrevivir continuamente. Entonces, Justicia y Fuerza se llaman a un equilibrio y entendimiento mutuo permanente; tal como ambas cartas sugieren en sus propios términos, debe existir un equilibrio continuo entre fuerzas para que exista armonía.
Siguiente este lineamiento, en las láminas que constituyen el Tarot Rosenwald (perteneciente al Tarot de Bologna o Tipo B de Dummett), ambas cartas que se suceden en orden, llevan la numeración VIII (quizá por error, dado que la siguiente carta es la X, la Rueda de Fortuna). Lo que sugiere, quizá sin demasiado fundamento, que ambas poseen una unión subyacente en sus ideas. Como ya vimos en el texto de Lulio, la Justicia entra en acción cuando la Fuerza (Fortaleza) se sale de sus límites y hace desaparecer la prudencia.
EL SEGUNDO SEPTENARIO: EL VIAJE AL MUNDO DEL INCONSCIENTE
En general, las implicancias de los cambios del orden entre ambas cartas sólo entran en discusión cuando tomamos a los Triunfos como una secuencia que expresa un camino de desarrollo espiritual, tal como antiguamente se creía que lo expresaba mediante el concepto de la Escalera Mïstica (Actualmente simbolizado mediante varias formas, entre ellas el Viaje del Héroe, de Campbell); en sí, si la Justicia ocupa el octavo lugar o el décimo primero, a la hora de una lectura, poco y nada implica para el lector (es acá donde las palabras de Waite cobran sentido). Pero a la hora de enfocar la relación de cada ubicación dentro de un sendero de realización espiritual, conlleva ligeros matices que son interesantes tener en cuenta.
Por motivos de brevedad, sólo usaremos el Triple Septenario, la división más antigua y más extendida, pero también puede utilizarse la explicación analógicamente para otros esquemas divisorios.
LA OCTAVA POSICIÓN: EL INICIO DEL SEGUNDO SEPTENARIO
Luego de abandonar el plano Terrenal o Cotidiano del primer septenario dentro del Carro, nos adentramos hacia otro mundo: el interior, el del Inconsciente. Una vez alcanzado el éxito material y social, nos damos cuenta de que aquí existencia no termina, de que hay algo más; de que todo lo que hemos atravesado debe tener un significado más profundo, de que debe existir una meta más profunda de la que ya hemos obtenido. Por eso dejaremos el mundo de la acción para entrar en el mundo de la no-acción, la receptividad, por lo que el Carro ya no nos será de utilidad y todo lo que suceda a partir de ahora será más sutil y privado.
Acá es cuando la distinción del orden entra en juego: ¿cómo efectuamos este viaje? ¿Mediante una decisión deliberada (la Justicia) o mediante un llamado de nuestro interior (la Fuerza)?
La Justicia nos mostrará que hemos realizado un juicio respecto de lo que hemos obtenido hasta ahora en la vida, por lo que se plantea una problemática consiente: ¿esto es todo? Se pone en la balanza cuánta satisfacción tenemos logrado y si esto es suficiente, o si realmente queremos alcanzar algo más alto. Guiado por esta decisión de buscar un conocimiento o significado más personal y profundo de lo que se ha obtenido hasta ahora y de lo que es la vida, se embarcará hacia su in interior (el Ermitaño) para conocer el significado de las leyes de la Vida, del azar y de su propio interior (la Rueda) para reconocer sus fuerzas interiores (la Fuerza) que le permitan sacrificar todo lo que lo ata al mundo material e impide avanzar en su búsqueda de iluminación (el Colgado) y concretar su transformación (la Muerte) y posterior equilibrio (Templanza).
En cambio, la Fuerza nos mostrará las contradicciones internas que afloran y se nos hace evidentes en nuestro apogeo. ¿Si lo tenemos todo, por qué nos sentimos vacíos, irascibles, melancólicos, como si nos hiciera falta algo más? El león de nuestro interior está rugiendo pidiendo que realicemos nuestras pasiones y no que las ahoguemos en entretenimiento y distracciones, por lo que empezará a manifestarse inconscientemente y, al detectar esto, es que empezaremos a ver en nuestro interior (el Ermitaño) para descubrir cuál es nuestra verdadera naturaleza (la Rueda) y con ese conocimiento podamos tomar la decisión de sacrificar todo lo que impide que nos realicemos de forma profunda (la Justicia y el Colgado), transformándonos en quienes realmente creemos que somos, alcanzando un nuevo equilibrio y paz (la Muerte y la Templanza).
Al respecto, Rachel Pollack dice lo siguiente:
“… la podemos ver como la suma de las cualidades vitales para comenzar la línea. La búsqueda interior no puede ser efectuada por el ego. Es necesario que confrontemos sentimiento y deseo desde hace mucho tiempo fuera de nuestro alcance de nuestros pensamientos conscientes. Si intentamos transformarlos por mediación de un proceso totalmente racional, creamos otra especie de “persona”. Se pierde la espontaneidad, se avergüenzan de sus propias represiones (…) extienden el Carro a otro plano (…) Como 8, la fuerza es un poder que ya no es la fuerza del Ego, sino la fuerza interior de enfrentarse a sí mismo con calma y sin miedo. Tenemos la fuerza para enfrentar los sentimientos, temores, deseos y confusiones suprimidos por el ego en su intento de controlar la vida[4]”
Discrepo con Pollack en cuanto a que efectuar el inicio del segundo Septenario a través de la Justicia implique hacerlo mediante una “máscara” que transporte la superficialidad del Carro a niveles interiores, como si el conocimiento interior se transformara en una meta consiente, un propósito racional. La Justicia no es meramente la “fuerza del Ego”, sino el adoptar una decisión a sabiendas de las repercusiones y la constancia para mantenerla y hacerse responsable lo que provoque. No todos conectan con esta etapa a través de una serie de sucesos inconscientes que lo guíen a este camino interior; sería una generalización bastante superficial dado que existen personas más sensitivas y otras más racionales o lógicas. Jung describe las funciones psíquicas en dos grupos: racionales e irracionales, y a cada grupo le asigna dos funciones: intuición y sentimiento, y pensamiento y sensación. Bajo este panorama, difícilmente podríamos admitir que todos se hacen conscientes de sus contradicciones y de sus deseos de algo más mediante un proceso puramente irracional como lo denota la Fuerza. Hay quienes empiezan a detectar determinados malestares y toman conscientemente la decisión de resolverlos y buscar un “algo más”.
Sea como sea, aquel que tome la decisión de forma deliberada o a través de un acto de fuerza interior que lo guía y arrastre a su interior, en su momento cada uno deberá utilizar a su opuesto complementario.
LA DECIMO PRIMERA POSICIÓN: LA MITAD DEL CAMINO
Acá nos hallamos en la antesala de la decisión más difícil: realizar el sacrificio y dar muerte a nuestro “viejo yo” para continuar el desarrollo espiritual y llegar al tercer Septenario. Entonces nos encontraremos que debemos tomar una decisión que implica hacer uso de nuestra fuerza interior.
Habiendo decidido transitar este camino de forma consciente, nos topamos ahora con la necesidad de vencer nuestras limitaciones racionales y realizar nuestro primer duelo con la Sombra, a través de la Fuerza; pero este duelo es sólo aparente, porque en realidad es un diálogo, en el que el ego debe comprender e integrar los aspectos que hasta ahora mantenía al margen para que le den la fuerza y valentía necesaria para entregarse al sacrificio. Finalmente haremos frente a aquello que nos causaba incomodidad, y debemos encararlo y llegar a un acuerdo: somos nuestro ego y esta parte sombría, y es necesario dejar atrás todas las barreras que interponíamos entre estos dos aspectos si es que queremos llegar más alto en nuestro crecimiento. Debemos sacrificar nuestra “máscara”, nuestra guía meramente racional, dado que ahora nos sumergimos en un mundo cada vez más irracional, imposible de controlar.
En esta posición, la Fuerza se nos presenta como la prueba central de todo el camino: ¿nos paralizamos con el miedo a abandonar nuestras ideas y pensamientos de lo que somos, o nos entregamos en cuerpo y alma a saltar al vacío, siguiendo nuestra pulsión de muerte? La razón intentará revelarse en contra de esto y convencernos de que demos marcha atrás.
En cambio, habiendo seguido nuestros impulsos para adentrarnos en nuestro interior, nos hallaremos frente al momento de hacer un balance y de poner un freno: debemos optar si seguir preso de estas energías que hasta ahora nos han guiado y manipulado, o si queremos trascenderlas y empezar a ver en nuestro interior con la mayor claridad posible. Debemos ahora tomar una decisión: nosotros debemos ser nuestros propios jueces y nuestros propios verdugos, sincerándonos con cada acto y omisión cometida a lo largo de nuestro camino, reconociendo que si no asumidos cada una de las acciones realizadas y consecuencias, nos quedaremos presos en una actitud escapista e irresponsable, donde continuamente evadiremos la culpa consciente por nuestras equivocaciones; donde continuamente estaremos echando la culpa a “algo más” u a algún otro. La Justicia nos pide que el salto lo hagamos a conciencia, que tomemos la decisión de renunciar a quienes éramos y finalmente asumamos el pleno control de nuestro ser, de dejar de ser víctimas de esa fuerza arrasadora que sale desde adentro.
Concluyendo, ambas cartas se complementan y ya sea que iniciemos el camino a través de una forma espontánea o una decisión deliberada, más adelante deberemos integrar el aspecto opuesto. No existe una ubicación “correcta” para una u otra, dado que hemos visto que históricamente las cartas han tenido un orden que ha dependido del entorno social y cultural, y de la cosmovisión de quienes lo establecen. Como todo en el Tarot, la ubicación de ambas cartas corresponden a una toma de decisión y a una coherencia interna dentro de un sistema que haya adoptado a las cartas como herramienta.
FUENTES:
Rachel Pollack, “78 Grados de Sabiduría del Tarot” vol. 1.
Mary K. Greer: “Tarot Constellations”, Apéndice “The 8-11 Controversy”
Robert Place: “Tarot: History, Symbolism and Divination”
Alejandro Jodorowsky: “La Vía del Tarot”
Daniel Rodés y Encarna Sanchez: “El Libro de Oro del Tarot de Marsella”
Arthur E. Waite: “The Pictorial Key of Tarot”
Samuel L. MacGregor Mathers, «Liber T»
Hajo Banzhaf: “El Tarot y el Viaje del Héroe”
Andrea Vitali, ensayos iconográficos, Le Tarot Asociazzione: www.letarot.it
[1] Los Tarots antiguos tampoco daban nombre expreso a los Triunfos; éstos recién adquieren nominación expresa en el Tarot Anónimo de París. De todas formas, cada Triunfo era conocido por un nombre determinado entre los jugadores, nombres que no necesariamente coinciden con los usados actualmente. En la siguiente lista se presenta la correspondencia de la denominación antigua con la moderna, solamente en los casos cuyos nombres son totalmente diferentes, por lo que cartas como La Bella Papessa (la Papisa) y Temperantia o Imperator se dejarán de lado, dado que conservan la misma denominación (en los casos en cuya denominación mayoritaria difiera con la establecida en el Tarot de Marsella, la primera se pondrá entre paréntesis):
Bagatella/o, Bagatino, Bagatto = Le Bateleur (El Mago); L’Amor(e) = Los Enamorados; Car(r)o Triunphale = el Carro; Fortezza = La Fuerza; La Rotta = La Rueda de Fortuna; El Gobbo, il Vecchio, Tempo, il Cocchio = el Ermitaño; il Traditore, il Impecato, Judas = el Colgado; Pluton(e) = El Diablo; la Sagitta, Foco, il Fuoco, la Casa, la Casa de Pluton(e) = Le Maison Diev (la Torre); Angelo, L’Agnolo, le Trombe = El Juicio; il Matto = el Loco
[2] Fragmentos extraídos del libro “La Chrysopée du Seigneur”, cuyo texto únicamente he hallado en francés.
[4] Rachel Pollack, “78 Grados de Sabiduría del Tarot”, Vol I.
El Tarot de Marsella no solamente maneja un lenguaje que funciona como un rompecabezas cuyas piezas irán apareciendo frente a nuestros ojos en una lectura, sino que también mucha gente para acercarse a este mazo le es necesario romperse la cabeza para «entenderlo».
A todos los que buscan acercarse a este mazo, como así también a quienes ya poseen experiencia en su uso, les propongo un enfoque alternativo, orientado a reconocer su lenguaje y mecanismos constructores del relato visual que se conforma en una lectura.
Para ello recorreremos las distintas capaz que integran su estructura visual a través de la práctica y ejercicios para hallar nuevamente al Tarot dentro del Tarot.
A fin de re-conectar con la propia esencia de TdM, abolimos la distinción entre «Arcanos Menores» y «Mayores» a fin de comprender al mazo como una totalidad y descubrir las distintas interconexiones y patrones que se establecen, sin importar de qué segmento del mazo usemos. Porque el TdM no es un mazo al que se lo deba encarar tal como a los mazos esotéricos y clones del RWS, sino que pide que se lo observe, reconozca y comprenda para poder apreciar y utilizar toda la riqueza y libertad que conceden sus imágenes.
Este espacio está dedicado especialmente a:
Quienes nunca antes tuvieron contacto con el Tarot, en particular el TdM
Quienes todavía, pese a «saber Tarot» no logren o tengan dificultad para trabajar con los Arcanos Menores
Quienes busquen ampliar sus horizontes de lectura en una sesión
Si deseás más información sobre fechas y aranceles, escribí a tarotcotidiano78@gmail.com o conectate a través de las redes sociales:
En octubre realizaré este seminario dedicado a la práctica e interpretación del Tarot, para todos aquellos que ya poseen una base de conocimientos pero desean pulir aspectos técnicos de la lectura, deseen ganar una buena base a la hora de lanzarse a leer a otros, o simplemente deseen profundizar más sobre tecnicas para afianzar más la seguridad interior en una sesión de Tarot.
No solamente se llevarán a cabo distintos ejercicios de lectura e interpretación, sino que se brindarán las herramientas necesarias para poder crear propios esquemas de lectura de Tarot, para que nunca más dependas de un solo tipo de «tirada» y puedas encarar cada lectura de una manera fluida y completamente adaptada a la pregunta.
El seminario se divide en dos encuentros que se realizarán en el corazón del barrio porteño de San Telmo, los días 6 y 13 de octubre, de 15 a 19hs (cuatro horas cada jornada, con un power break para reponer energías)
¿Qué necesitás para anotarte? Tener al menos conocimientos básicos de Tarot. Si tenés mazo propio, traelo; y si no, podés usar alguno de los que estarán disponibles ese día.
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En esta oportunidad vamos a hablar de este patrón conocido bajo el nombre de «Tarot de Besançon» (TdB). Un estilo representado por distintos autores que le han sabido impregnar y desarrollar su espíritu en paralelo a su hermano (¿mayor?), el Tarot de Marsella (TdM).
Aunque hoy en día nos resulte extraño, este ha sido, quizá, uno de los patrones más populares del siglo XIX, que vio su declive al iniciar los 1900 casi al punto de quedar en el olvido para una gran cantidad de personas.
A nivel estilístico, podemos ver que el TdM y el TdB guardan una enorme similitud: básicamente la representación iconográfica de los Triunfos es la misma, lo mismo con la Corte y los Palos. Al margen de algunos detalles menores, hay dos cosas que caracterizan al TdB sobre el TdM y el resto de los Tarots: las cartas de la Papisa y el Papa son reemplazadas por Juno y Júpiter, respectivamente.
Juno y Júpiter, del mazo de Bernard Schaer, Solothurn, Suiza, 1780.
Empecemos desde el inicio, indagando sobre por su nombre.
Un estilo, un nombre
La IPCS (International Playing Card Society) a lo largo de los años ha establecido, mediante toda una serie de estudios históricos comparativos, una serie de «hojas de patrones» clasificando distintos grupos de Tarots y juegos de naipes en general. En la Hoja Patrón N° 6 (anteriormente IT-1.4), lo denomina así:
«Popularmente conocido como el ‘Tarot de Besançon’ cuyo nombre es el recomendado aunque existe evidencia de que su origen se establece más al este»
Es decir, si bien se «recomienda» por costumbre el uso de la ciudad de Besançon como lugar de procedencia, no es de aquí donde nace y desarrolla. La denominación utilizada no hace más que recoger cómo tradicionalmente siempre se la llamado a este patrón. Prueba de ello, es que podemos apreciar a distintos autores de la última mitad del siglo XIX e inicios del XX refiriéndose a este mazo.
El primer ejemplo nos lo provee uno de los pioneros de la historia de los juegos de cartas, Romain Merlín, en 1857 en un artículo titulado «Les Cartes a Jouer«:
«En los Tarots de Besançon, el Papa y la Papisa son reemplazados por Júpiter y Juno. El Tarot de Marsella no ofrece dicho cambio»
Apenas dos años más tarde, en otro artículo titulado «Nouvelles recherches sur l’origin des cartes a jouer» nos dice:
«Tomemos, de hecho, los tarots de Besançon, Ginebra y Marsella que representan fielmente el viejo tarot veneciano … «(p.288)
«El Papa y la Papisa no se encuentran en todos los tarots franceses modernos. En los tarots de Besançon, son reemplazados por Júpiter y Juno. Este cambio es, sin duda, debido al hecho de que el poder español, un poder muy católico, poseía esta ciudad hasta la conquista de Luis XIV. Lo curioso es que las impresiones del sur de Francia no ofrecen esta particularidad.» (p. 307).
Un primer dato a destacar en las citas de Merlin, es que pareciera tener mayor importancia y popularidad el TdB, dado que es citado y desarrollado más que los otros estilos que menciona. Incluso notemos la primera cita, en donde el TdM casi tangencialmente, sólo a modo de marcar una distinción. Es decir, tuvo un nivel de reconocimiento en igualdad a este último, que hoy en día es el prototipo de lo que es el Tarot.
Otra prueba de la popularidad de éste, es la mención que Eliphas Levi hace en HIstorie de la Magie (1860):
«M. Vaillant, de quien acabamos de hablar, supone, por lo tanto, que el tarot ha sido modificado y cambiado, lo cual es cierto para los tarots alemanes con figuras chinas(sic); pero esto no es cierto para los tarots italianos que solo se alteran en algunos detalles, ni para los tarots de Besançon, en los que todavía se encuentran rastros de los jeroglíficos egipcios primitivos «.
Vemos que Levi deja marcada tres tipologías: los tarot Alemanes (con «figuras chinas»), los Tarot Italianos, y los TdB. De esta tipología, se nota una gran ausencia: el TdM. Podemos pensar que el TdM queda subsumido en los TdB o en los Tarots Italianos, no así con los Tarots Alemanes, cuyos representaciones alegóricas y los Palos son completamente distintos. Nuevamente, podemos apreciar que en la misma época dos autores de renombre optan por tener en estima el TdB, lo que puede ser un indicio de su popularidad. Otro autor francés como es el caso de Papus nos dirá, apenas unos años más tarde en El Tarot de los Bohemios (1889):
«El Tarot italiano, el de Besançon, el de Marsella son los mejores sin ninguna duda que tenemos hoy, especialmente el último, que reproduce bastante bien el primitivo Tarot simbólico»
Acá ya tenemos un primer indicio de la futura fuerza que irá ganando en los círculos esotéricos el TdM al ser tenido por el más cercano o fiel al «tarot primitivo» original. Pero aún así, seguimos teniendo mención y consideración del TdB. Para inicios del siglo XX podemos atestiguar su declive. Henry D’Allemagne en sus monumentales dos volúmenes de Las Cartes a Jouer du XVI au XX Siecle (1906), nos deja tres tipologías, las mismas que Romain Merlin estableció en su obra definitiva Origine des Cartes a Jouer (1869): el Tarot de Bologna, de 62 cartas; el de Florencia (el Minchiate), de 97 cartas; y el Lombardo o Veneciano, de 78. Al quedar subsumido dentro de este último, se pierde dentro de las alegorías mantenidas por el patrón de Marsella.
Por lo que ya tenemos en claro que este patrón en particular ha recibido siempre la denominación «de Besançon» y que poseía una gran popularidad al punto de mantenerse como referencia para algunos de los más importantes escritores y estudiosos del tema, histórico y esotérico. Pero la propia descripción de la IPCS nos aclara que no es su lugar de proveniencia. Entonces, ¿de dónde proviene?
Entre Francia, Suiza y Alemania
Hasta nuestros tiempos han sobrevivido alrededor de una veintena de mazos, en la mayoría con las fechas, el lugar y el editor identificados, lo cual nos permite trazar un pequeño mapa de dónde se desarrolló este patrón. Los registros más antiguos datan de entrada casi la mitad de 1700, lo que muestra un desarrollo y actividad en paralelo al TdM. Al respecto, cabe mencionar una polémica que existe respecto del mazo de Johan Pelagios Mayer (Constanza, Alemania), el cual ha sido fechado circa 1680 pero que posteriores estudios han demostrado que Mayer nació diez años después de dicha fecha, y que se radicó en Constanza en 1720, por lo que se establece como fecha aproximada para su mazo entre 1720 y 1750. Otro mazo de posible fecha temprana es el de François Héri (Solothurn, Suiza), cuyo TdM se puede hallar digitalizado online en la galeria de Tarot de Marseille Heritage y reproducido por Yves Reinaud. Su TdM data de 1718, por lo que se usa también esta fecha como parámetro de referencia para su TdB. Otro mazo de posible fecha temprana es el de Sebastian Ioia (Augsburgo, Alemania), entre 1720 y 1780 (Kaplan). Sacando estos mazos cuyas fechas son estimadas, nos queda el de Nicolas François Laudier (Estrasburgo, Francia) cuya fecha cierta es de 1746.
Algunos de los Triunfos del TdB de Francois Heri, Solothurn, Suiza, circa 1718.
A traves de estos cuatro editores, podemos vislumbrar que la zona de desarrollo temprano se halla entre el Este de Francia, el Oeste de Alemania y Norte de Suiza. Una zona cuyas fronteras han ido cambiando hasta la Segunda Guerra Mundial. Para que sea más gráfico, podremos ver las ciudades en donde se editaron los mazos preservados en la actualidad en Google Maps, junto con una lista de los distintos editores y las fechas, siendo aproximadas algunas veces, siendo desconocidas en otras:
Reemplazando a los Pontífices: la Reforma Protestante y los tiempos de la Revolución
Ahora que hemos indagado respecto de su procedencia y su nombre, nos queda preguntarnos a qué se ha debido el cambio de las cartas de El Papa y la Papisa por Júpiter y Juno, respectivamente.
Lo primero que debemos notar es la zona geográfica en la que sucede, que desde la primera mitad del siglo XVI será el área de desarrollo y consolidación de las reformas religiosas llevadas a cabo por Martín Lutero en el actual territorio alemán, y por Juan Calvino en Suiza. Durante siglos, gran parte del territorio de Europa se hallaba bajo la órbita del Sacro Imperio Romano Germánico, institución que abarcaba a multitud de reinos, principados y ciudades con distintos niveles de autonomía, y que durante varios siglos mantuvo una puja con la Iglesia Católica por el «dominus mundi», la autoridad sobre el mundo terrenal y espiritual, que conformarán dos bandos: los Güelfos y Gibelinos. Hacia el Renacimiento, esta disputa se encontraba en favor de la Iglesia, dado que la estructura compleja del Imperio había demostrado en diversas batallas la ineficacia del poder imperial para sostener el control. En época de Lutero, el actual Emperador era Carlos V (Carlos I de España), que había alcanzado un gran poder territorial en casi todo el continente, y era un católico ferviente. En los territorios germanos el descontento social de varios estratos sociales, en particular de la nobleza, alentó la ruptura con el Papado y apoyó las tesis de Lutero, que se extenderían en distintos niveles por Europa. En Suiza sus ideas fueron recogidas y reinterpretadas de una manera más radical por los seguidores de Calvino, generando una ola iconoclasta contra todas las imágenes religiosas de la Iglesia, en particular la referida a los santos y a María. Hacia los siglos XVII y XVIII, tras varias y largas guerras que desembocarán en la Paz de Westfalia en 1648, el protestantismo se asentó y constituyó como religión oficial en sus diversas formas.
Con este trasfondo, no es difícil entender por qué en las regiones protestantes se haya decidido suprimir a las figuras de los Pontífices, tal como sucede con el TdB o el Tarot Belga. Los demás elementos cristianos, e incluso Imperiales, se mantendrán. Al menos hasta el estallido de la Revolución Francesa.
Algunos Triunfos del mazo de Guillaume Mann, circa 1793, con los atributos reales suprimidos en los Emperadores, y la Justicia con los ojos vendados. Biblioteca Nacional de Francia
La Revolución le dará una nueva forma a varias de las barajas que se seguirán produciendo en territorio francés a través de un Decreto del Año II de la Convención Nacional, que ordenaba suprimir todos los atributos de la nobleza, no solamente reales sino también de poder religioso en los juegos de naipes. Cada maestro naipero que quisiera seguir produciendo barajas, debía firmar el acta y modificar los tacos xilográficos a fin de amoldarse a los requerimientos. Los mazos publicados durante esta época se conocen como los «Tarots Revolucionarios«. Estos mazos, además, cambiarán los nombres a los Emperadores, que pasarán a ser la Grand Mere y el Grand Pere (Gran Madre y Gran Padre); de los Reyes, que serán Génies (Genios); y las Reinas, que serán las Damas de la Libertad.
Cartas del mazo de Louis Carey, circa 1792, bajo los requerimientos de la Revolución, con los atributos reales suprimidos y los nombres modificados. Biblioteca Nacional de Francia.
Etapa tardía y declive
A partir de 1800, la ciudad de Besançon ganará importancia en la publicación y mantenimiento del patrón, que seguirá existiendo en paralelo al TdM, y que mantendrá el mercado de la región este de Francia. Jean Jerger será al TdB lo que Nicolas Conver al TdM, dado que sus planchas se seguirán reutilizando por distintos editores que lo sucederan, como Blanche y Kirchner, todos de la misma ciudad.
Algunas cartas del mazo editado por Grimaud, 1891, que toma como base un anterior mazo de Arnoult. Biblioteca Nacional de Francia.
Desde mediados de 1800 nos ha llegado distintas ediciones publicadas por Lequart-Arnoult de París. La singularidad de los mazos de Lequart es que es evidente que se utilizaron los moldes de un TdM y que sólo se reemplazaron a los Pontífices. Es posible que esta novedad se hubiera hecho con el fin de competir con el mercado de Besançon y de exportar mazos a territorios suizos y alemanes. También de la misma época, de Epinal empezará a circular una edición con un estilo bastante más moderno que el tradicional mantenido por los TdB y TdM, publicado por Pellerín & Co. Por su parte, en el territorio suizo, se empezará a publicar el Swiss 1JJ Tarot. Claramente inspirado en las ediciones de Pellerín, el «Tarot Suizo» se seguirá produciendo hasta la actualidad, especialmente enfocado para el juego.
Triunfos del «Tarot Épinal», editado por Pellerin & Cia.
Como hemos visto al inicio, para esta época distintos autores mencionarán este patrón como un estandar bien conocido en la época. Pero a medida que los ocultistas iban familiarizándose más y más con el patrón del TdM, el cual desde Court de Gebelin fue puesto boga como representante del «verdadero Libro de Thoth» (aunque el apartado del Comte de Mellet menciona a Juno y Júpiter en vez de los pontífices), los diversos grupos esotéricos continentales e insulares de Europa trabajarán más enfocadamente con las alegorías del Papa y la Papisa dado que éstos se han convertido para la época en los modelos del Sumo Sacerdote / Hierofante y la Suma Sacerdotisa de los antiguos cultos de la «Edad Dorada». Sin mencionar también que en suelo americano será el patrón del TdM el que se haga conocido.
Paul Marteau dará el golpe definitivo al «olvido» del TdB con la publicación del «Ancient Tarot de Marseille» en 1930. En una época en donde todos los círculos esotéricos de la época ya habían creado un gran contenido dogmático con bases en las alegorías del TdM, como lo demuestran el Tarot de Wirth, el de Waite y Smith y todos los influenciados por las enseñanzas de la Golden Dawn, Marteau trajo a la vida al TdM con aires de veracidad y superioridad histórica por sobre las nuevas creaciones esotéricas. Curiosamente, las líneas del TdM que Marteau publicó con la Casa Grimaud son las pertenecientes a los Tarots de Besançon editados por Lequart; quizá haya tomado como referencia alguna edición más temprana en la que aún poseía a los Pontífices en lugar de los dioses.
El Tarot de Besançon en el siglo XXI
En la década del 70 empezó a surgir una ola de investigadores e historiadores que tomaron a los juegos de naipes como objeto de estudio, particularmente al Tarot. Gracias a estos académicos, no solamente se ha obtenido mucha información sobre los orígenes y el trasfondo que rodean el nacimiento del Tarot, sino que también se han rescatado mazos y patrones «olvidados» en los museos y colecciones privadas. El TdB empezó a tener un nuevo soplo de vida con obras como The Enciclopedia of Tarot (Kaplan) o Tarot, Jeu et Magic (Depaulis), que lo pusieron de nuevo a la vista.
Reproducción del mazo de J.B. Benois editada por Il Meneghello.
Modernamente, Eduardo Meneghazzi de la casa Il Meneghello ha editado un facsimil limitado del mazo de J.B. Benois de Estrasburgo, en una primera edición en la década del 80 (con una calidad de papel e imagen limitada por la tecnología de la época), y una segunda, del 2000. También, en una edición muy limitada (actualmente fuera de circulación), Pablo Robledo editó su propia edición basada en el mazo de Lequart-Arnoult, solamente de Triunfos. Dada la familiaridad de las líneas de la edición de Lequart con los TdM II, permite el poder complementarlos con los mazos de Marsella publicados también por Robledo, manteniendose fiel en el resto de los Triunfos al patrón, colores y estilo del TdM, brindando la misma calidad por la que sus mazos se han hecho mundialmente famosos. Incluso permite que se puedan utilizar en la misma baraja a los Papas y los Dioses, dando un resultado de 80 cartas. Más recientemente, Evalyne Hall editó también su propia edición basada en el mazo de Jean Jerger de Besancon, intentando mantener bastante fidelidad a los colores.
Triunfos del TdB editado por Pablo Robledo.
En la próxima entrega, ahondaremos en las similitudes y diferencias entre el Tarot de Besançon y el Marsella, y además esbozaremos una pequeña guía para poder incorporar a Juno y Júpiter en una lectura.
Bibligrafía:
Stuart Kaplan, The Enciclopedia of Tarot Vol I y II, 1978 y 1986, respectivamente.
Thierry Depaulis, Tarot, Jeu et Magic, 1984; y The Tarot de Marseilles – Facts and Fallacies, Parte I y II, en The Playing-Card Vol 42, N°1 y 2.
Henry D’Allemagne, Les Cartes a Jouer du XIV au XX Siecle, Vol I y II, 1906.
Romain Merlin, Origine des Cartes a Jouer, 1869.
Antoine Court de Gebelin, Le Jeu du Tarots, en Le Monde Primitive, Vol VIII, 1781.
Recomiendo además los siguientes sitios para complementar algunos puntos de vista:
Se conocen como “tarot de Marsella” a una familia de mazos que guardan similitudes en la estética e imaginería usada en cada carta, aunque no todos los que suelen recibir dicha denominación son oriundos de dicha ciudad francesa. Esta denominación fue acuñada por Paul Morteau en 1930, al publicar el “Antiguo Tarot de Marsella”.
Se considera este Tarot el más antiguo que establece la estructura actual, su orden, simbolismo y la denominación de sus cartas –especialmente los Arcanos Mayores-. En los Tarots italianos como el Visconti – Sforza las cartas no reciben nombre ni numeración, y variantes como el Minchiate o el Sola – Busca poseen una estructura -97 cartas- e imaginería –los Triunfos no se condicen con los conocidos- alternativa, que demuestran el período de adaptación histórica en el que fue evolucionando hasta alcanzar un patrón determinado.
Si bien los mazos más antiguos que aún se conservan de esta familia datan de aproximadamente 1650, se piensa que existió un antecesor común perdido, del que partían los distintos maestros carteros de la época para realizar sus versiones
La Cary Sheet -o lámina Cary-. ¿El eslabón perdido entre los Tarots de Marsella conocidos y los antiguos mazos italianos?
manuales. Sirven a modo de prueba de esta hipótesis la Cary Sheet –lámina de Cary, que recibe su denominación por encontrarse en la colección de la Familia Cary en la Universidad de Yale-, una lámina o plancha sin cortar, con cartas que poseen una estética similar a la que se encuentra en los mazos de Marsella. Esta plancha está fechada en aproximadamente 1500, lo que para muchos es un dato que sirve para avalar la antigüedad histórica del patrón Marsella, paralela a los mazos italianos conocidos. Esta plancha guarda relación con los mazos italianos en cuanto las cartas no reciben nombre ni numeración. Otra pieza histórica la constituyen las cartas del Castillo Sforza: se tratan de un conjunto de cartas, las cuales algunas guardan relación con los mazos de Marsella; especial mención es el 2 de Oros, que es exactamente igual al que encontramos en todas las barajas de esta familia, y está fechado en 1499 –la fecha que figura en la franja que rodea las monedas, usada para exhibir el nombre del artista y el año de publicación-. Si bien estas cartas no constituyen un único mazo, sino que son fragmentos de varios mazos –algunos son exactamente eso, “fragmentos”, no llegan a ser cartas enteras-, el 2 de Oros coincidente con el patrón Marsella podría dar la pauta de que ya en esa época existía la imaginería típica de este patrón. El hecho de que los eslabones más antiguos del Tarot de Marsella se hallen en Italia, lleva a suponer que su origen está en esa región, posiblemente Milán, dado que las imágenes guardan estrecha relación con el Visconti –Sforza. Se cree que pudieron haber emigrado a Francia luego de la invasión de Carlos VIII en 1499. Otra suposición es que tras dicha invasión, llegasen a Italia las cartas que conformarían el estilo Marsella.
«Le Fov» -El Loco-, Tarot de Jean Noblet, París, circa 1650.
El mazo más antiguo de esta familia pertenece a Jean Noblet –circa 1650, París-. Aquí veremos por primera vez cartas tituladas y numeradas en un orden. Si bien esta época también tendrá otras variantes relacionadas con este patrón, como el Tarot de Vieville
El Loco, Tarot de Jacques Vieville, París, circa 1650.
–denominado Tarot Belga aunque fuese publicado en París también, por Jacques Vieville-, lo que confirman que pese a las diferencias, hay un patrón que empieza a delimitarse, al menos visualmente. El segundo en importancia lo constituye el de Jean Dodal –circa 1701, Lyon-, el cual ya muestra determinadas diferencias con el de Noblet que indican una evolución en sus detalles –ya sea por la pérdida de algunos, o la distorsión de otros-; contemporáneo a Dodal, hallamos el mazo de Pierre Madénie –circa 1709, Dijon-, el cual ya plantea diferencias más marcadas, que terminan de lustrarse con el mazo de François Chosson –circa 1736, Marsella, aunque es producto de debate la fecha de este mazo-, que años después copiaría Nicolas Conver –circa 1761, Marsella-, el cual se volverá el más popular y la versión más reconocida hasta la actualidad. Luego de 1770 la mayoría de los mazos de esta familia serán derivados del estándar planteado por Madénie – Conver.
El Tarot de Marsella –TdM– presenta históricamente dos subtipos: el perteneciente a Jean Noblet y Jean Dodal, y el de Pierre Madénie y Nicolas Conver, que Thierry Depaulis denomina “TdM I” y “TdM II”
Tarot de Jean Dodal, Lyon, circa 1701.
respectivamente. En la actualidad, el mundialmente conocido y reproducido a mayor escala es el TdM II.
Además de las diferencias visuales que posee el diseño de los dibujos, las mayores divergencias, por citar algunas, son:
En LAMOUREUX –Los Enamorados-, Cupido posee los ojos vendados –TdM I-, lo cual no está en el diseño del subtipo TdM II
En LA MAISONDIEU –La Torre-, las llamas parecen salir de adentro –TdM I- en lugar de provenir del cielo –TdM II-
En LA LUNE –La Luna-, la cara está de frente y parece ser más una luna llena –TdM I-, en lugar de estar de perfil, denotando una luna creciente –TdM II-
En LE PENDU –El Colgado-, hay dedos que salen de sus hombros, y tiene la lengua afuera –TdM I-
En LE MONDE –El Mundo- el personaje central se ve más andrógino y está vestido con capa –TdM I- en lugar de la banda que cubre su sexo, y su apariencia esencialmente femenina –TdM II-
Le Mat -El Loco-, Nicolas Conver, Marsella, circa 1760.
El TdM se volverá el más reconocido en dicha época, en donde los distintos estudiosos del Tarot e iniciadores de la fase del “Tarot Esóterico”, como Antoine Court de Gebelin, Eliphas Levi y Papus, entre otros, tomarán esta baraja como punto de partida para sus análisis. Puede suponerse que uno de los elementos que contribuyeron a que se popularice fue su accesibilidad para los sectores más populares, a diferencia de los Tarots italianos del S. XV, los cuales eran de uso de familias nobles, debido al alto lujo de detalles y algunos elementos usados, como el pan de oro.
En 1930, Paul Morteau, director de la casa impresora de cartas Grimaud, publicará la edición más conocida del TdM a partir de las planchas originales usadas por Nicolas Conver, con diversas alteraciones en los colores y algunos detalles. Él será quien bautice como “Tarot de Marsella” a este Tarot.
LAS RESTAURACIONES DEL TdM
A finales del siglo XX, habrá un resurgimiento del interés y estudio de este Tarot, que tendrá como meta el estudiar y comparar todos los mazos que históricamente han existido bajo este patrón, con el objeto de recuperar su verdadera composición, colores y detalles, que paulatinamente fueron perdiéndose debido a las impresiones industriales que irían alterando colores y detalles a fin de facilitar el proceso. Este proceso de Restauración, denominado también Reconstitución o Reconstrucción del TdM hará que empiece a popularizarse más entre los adeptos del Tarot, empezando a llamar la atención de aquellos que buscan la esencia “verdadera” del Tarot, la cual consideran perdida o distorsionada en otros tipos de mazos como el Rider- Waite –Smith o el Egipcio.
Le Fol -El Loco-, Kris Hadar, 1996.
El primero en abrir el juego en el campo de las restauraciones será el francés Kris Hadar. En 1996 dará a conocer su “Verdadero Tarot de Marsella”, la primera restauración que intentará recuperar los antiguos detalles y colores “distorsionados” a partir del mazo de Conver. Amén de algunos detalles pintorescos, como el halo de luz en la cabeza de algunos personajes –como La Papisa-, Hadar establece el origen del Tarot en 1181, como heredero de la cultura Occitana –cultura que tuvo influencia en gran parte del actual territorio francés, que fue perseguida durante la Cruzada Albigense-.
La segunda restauración será la más conocida actualmente, es la realizada por Phillip Camoin y Alejandro Jodorowsky. Phillip Camoin es descendiente de los dueños de la casa impresora de cartas Camoin, quienes fueran los herederos del trabajo de Nicolas Conver y constinuadores de la casa Conver- Camoin. Con la motivación de Jodorowsky, Camoin emprende el trabajo de restauración del mazo de Conver, usando como principal
Le Mat -El Loco-, Jodorowsky-Camoin, 1998.
referencia las planchas originales y los distintos mazos históricos en posesión de distintos museos –incluyendo una misteriosa baraja que Jodorowsky halló en Mexico, que es la referencia a alteraciones que no guardan relación con los mazos históricos. De dicha baraja no hay pruebas de su existencia, salvo la palabra de Jodorowsky y Camoin-. En 1998 se lanzará el “Antiguo Tarot de Marsella”, esta vez sin poder auto-denominarse “verdadero” debido a que Hadar ya lo había registrado así. Al igual que Hadar, esta reconstrucción vendrá acompañada de una teoría del origen del Tarot, el cual Camoin remonta hasta María Magdalena, estableciéndolo como su evangelio perdido. Según él, luego del a crucifixión, ella escaparía a Egipto, en donde sería recibida como representación de la diosa Isis, y en donde esconderá los secretos iniciáticos cristianos originales. Tras varios siglos, serían llevados a Europa, a los territorios franceses, por el monje Cassiano, en donde adoptarán la imaginería y diseño actuales. La Iglesia, siendo consciente de lo que estas cartas representan, la condenarán como “herejía” en lugar de la clásica condena por “hechicería o superstición”, como se condenaban las prácticas adivinatorias en aquella época. Los Triunfos serán una representación de cada siglo de la era cristiana, que terminarán con el resurgimiento de María Magdalena en el mundo.
De esta línea procederán los españoles Daniel Rodés y Encarnación Sanchez, ex discípulos de Camoin, que también traerán al mundo su propia versión de lo que es el “verdadero y antiguo” TdM. Su baraja –Tarot de Marsella Le Mat-, presentará la particularidad de poseer un fondo dorado, en alusión a las antiguas barajas italianas que también poseían dicho estilo –aunque no existan pruebas de que el TdM alguna vez haya poseído dicho detalle de fondo dorado-. Una vez más, esta restauración vendrá acompañada de una posición propia sobre su origen –el del Tarot en general-, estableciendo a la filosofía Cátara como su punto de partida. Los Cátaros tuvieron su mayor influencia en los actuales territorios franceses, coincidentes con la cultura Occitana; denominadas sus creencias como “la herejía Albigense” –Albigenses era otra de las formas de llamarlos- serán fuertemente perseguidos por la Iglesia Católica mediante la Cruzada Albigense. Una de las creencias constituyentes de esta herejía era la concepción de un mundo espiritual, gobernado por Dios; y un mundo terrenal, gobernado por Satán. Para ellos, todas creaciones terrenales –incluida la institución de la Iglesia- eran obra de éste último. Su vía para alcanzar la iluminación era el ascetismo, y proclamaban la reencarnación de las almas en este mundo hasta que pudieran ser capaces de ver a la divinidad y escapar de este reino.
En paralelo a esta vía restauradora con pretensiones de portar la verdad sobre el TdM, se hallarán otras personas que se guiarán sin tantas motivaciones grandilocuentes y marketineras, como el francés Jean Claude Flornoys, que ha restaurado los distintos Tarots históricos de la familia Marsella, como el de Jean Noblet, Jean Dodal y Nicolas Conver, e inclusive los 22 Arcanos Mayores pertenecientes al mazo de Jacques Vieville. A diferencia de las reconstrucciones anteriores, el trabajo de Flornoy no vendrá teñido o avalado por una teoría específica sobre su origen, ni aires de verdad re-descubierta, sino con el deseo de recuperar piezas históricas. De similar vertiente, hallamos al argentino Pablo Robledo, que ha realizado distintas re-ediciones del TdM II, junto con el de Dodal y los Arcanos Mayores del Tarot de Besançon. La labor de estos dos artesanos restauradores aportará una cuota invaluable a la recuperación del Tarot como objeto de estudio histórico, guiados por el amor al arte y su difusión, sin la pretensión de constituirse en maestros iniciados con una verdad única.
Para saber más de las re-ediciones:
Jean Claude Flornoy: http://www.tarot-history.com/index.html
Pablo Robledo: https://thetarotofmarseilles.blogspot.com.ar/